Tres presuntos desmanteladores de carros fueron juzgados con justicia indígena

Por las calles del cantón Saquisilí en Cotopaxi recorrieron tres personas, dos hombre y dos mujeres que tenían solo ropa interior, sus pies estaban descalzos y cargaban sacos con piedras, y en el caso de los dos hombres llevaban los restos de un volante cada uno. Según el proceso investigativo de una comisión conformada por integrantes de la organización indígena Jararishun, las tres personas estarían involucradas en el presunto desmantelamiento de vehículos.

Durante el recorrido tenía la guardia indígena quienes realizaron un cuadro, los integrantes tenían en su mayoría los rostros tapados y cabrestos con lo que no permitían el paso de ninguna persona para que se acerque a los acusados. Cada vez que llegaban a una esquina los tres ciudadanos recibían juetazos con un cabresto, los encargados de propinar estos golpes eran los dirigentes indígenas de las comunidades pertenecientes a la Jatarishun.

Por alrededor de 20 cuadras caminaron los acusados, en su camino una camioneta con un parlante daba a conocer que se trataba de “los desmanteladores” de carros. La caminata finalizó en la plaza Vicente Rocafuerte donde les realizaron el baño de “purificación” con agua, ortiga y cabresto.

El procedimiento

El caso comenzó el pasado 18 de diciembre de 2024, cuando un camión, herramienta de trabajo de una familia de Saquisilí, fue robado en horas de la madrugada en el sector de Machachi. El propietario decidió acudir a la justicia indígena para que le ayuden en la investigación, la organización indígena activo un operativo de investigación que duró un mes.

El propietario del vehículo quien estuvo presente en el proceso de aplicación de justicia indígena relató lo sucedido: “El último punto de rastreo del camión fue en Machachi. Avisé de inmediato a la comunidad y a la organización, quienes me apoyaron incondicionalmente para llevar a cabo la investigación. Gracias a ellos, hoy hemos logrado hacer justicia” aseveró.

En el proceso investigativo realizado por los indígenas, el vehículo fue encontrado desmantelado en Santa Rosa de Pichul, sin cabina, motor ni chasis, el hallazgo fue clave para identificar a los responsables. Tres personas fueron detenidas, incluyendo al mecánico y al transportista de la mercadería sustraída.

Segundo Guanoquiza, presidente de la organización indígena Jatarishun, compartió los logros obtenidos tras 30 días de trabajo comunitario en Saquisilí, provincia de Cotopaxi. Este esfuerzo colectivo permitió la recuperación de un vehículo robado, convirtiéndose en un ejemplo de unidad frente a la delincuencia.

“Queridos compañeros y compañeras, hemos hecho todo lo posible, y hoy tenemos resultados. No permitiremos que malas costumbres aprendidas fuera de nuestra provincia sigan afectando a nuestra gente. En Cotopaxi, nos defenderemos juntos”, expresó Guanoquiza con determinación, destacando la importancia de la solidaridad.

Piden mayor seguridad 
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Durante el proceso, miembros de la organización instaron a las autoridades locales y policiales a asumir un rol más activo. “Hemos solicitado que nos acompañen y sean testigos de estos procesos. Es momento de que envíen a policías dignos que trabajen junto a las comunidades”, enfatizó Guanoquiza.

Segundo Jami, habitante de Saquisilí hizo un llamado para garantizar una mayor presencia policial y fortalecer la cooperación con las comunidades indígenas. “Pregunto a los ciudadanos: ¿Los policías nos protegen o nos maltratan? Necesitamos un cambio para que la seguridad sea un derecho efectivo para todos”, cuestionó un dirigente durante el evento.

Las comunidades buscan erradicar la delincuencia a través de la organización, la investigación y la justicia comunitaria. La ultima advertencia que realizaron los integrantes de las comunidades indígenas fue que la próxima vez que vuelva a robar un vehículo en Saquisilí realizaran una investigación exhaustiva y quemaran a los malhechores.

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