En Tumbaco, un accidente destruye un local de verduras
El siniestro provocó heridas en el dueño del negocio y pérdidas económicas. Afectados piensan pedir ayuda a la dirigencia indígena y hacer plantones
La familia Toaquiza aún recogía restos de estanterías y víveres. El impacto de un vehículo hizo que su local de venta de verduras se fuera abajo y que Fausto Toaquiza, el dueño, quedara gravemente herido.
El choque ocurrió en las calles Segundo Guerra y Los Cerezos, en Tumbaco, nororiente de la capital, hace más de una semana. Pero aún derraman lágrimas porque siguen haciendo cuentas y, al parecer, perdieron lo invertido durante cuatro años: al menos 4.500 dólares.
“Todo fue muy rápido, no dio tiempo a nada”, lamenta María Leticia Toaquiza, hermana de Fausto. Ya era de noche y una camioneta gris pasó por encima de las verduras y sobre el hombre, quien cavaba un hueco para el alcantarillado, cuenta Leticia.
En ese agujero todavía se puede ver la sangre que derramó Fausto, de 38 años y padre de cuatro niños. A pocos metros estaba uno de sus hijos, pero afortunadamente logró salir ileso.
“Se lo llevaron al hospital de Calderón, pero nos dijeron que tiene la carita destrozada”, comentó María Ermelinda Barja, cuñada de Fausto.
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Leer másHubo otra persona herida: Fanny Toaquiza, otra de las hermanas de Fausto. La llevaron a una casa de salud y se recupera de los golpes en los brazos y piernas. Minutos después del choque, según la familia Toaquiza, el conductor salió de la cabina de la camioneta tambaleándose, porque aparentemente estaba ebrio.
“Aun así, intentó dar retro para salir del predio”, recuerda José Vega, otro de los familiares. El vehículo pasó “como un avión”, muy cerca, a unos cinco centímetros, pero él alcanzó a hacerse para atrás.
Enseguida habría llegado la familia del conductor intentando que su acción no tuviera consecuencias. Pero los afectados llamaron al ECU-911 y un agente de Tránsito llegó al sitio. “Tomaron los datos y se lo llevaron detenido”, agrega José Vega.
Según la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), “el parte del accidente de tránsito es el que elabora el agente civil de tránsito y se efectuó la prueba de alcohotest, que fue puesta en conocimiento de la autoridad competente”. En ese mismo documento consta el percance como pérdida de pista y estrellamiento.
Los afectados intentaron evitar que se llevaran el vehículo, pues era una forma de presionar para que el responsable se hiciera cargo, “al menos, de los gastos médicos”, según Leticia.
Los Toaquiza no tienen la certeza de si el accidente provocará consecuencias permanentes en la salud de Fausto. Lo que sí tienen claro es que quieren justicia. “Nos interesa que se haga responsable con los gastos de salud, con lo que causó”, reclama Leticia.
“De este negocio vive toda una familia. Aquí estábamos tranquilos hasta que la camioneta entró al local”
Ellos están dispuestos a convocar a toda su comunidad en Pujilí, para hacer un plantón. Incluso hablarían con la dirigencia indígena para presionar a las autoridades de la capital.