En Tungurahua, alertas de violencia doméstica en alza

Sara Chicaiza no puede con tanto dolor. Durante 40 años estuvo -literal- ‘encadenada’ a un hombre. Se volvió dependiente en todo sentido y hasta prefirió dejar a su hijo con tal de seguirlo. Ahora, a sus 63 años, da gracias que su nuera Julia Bastidas la haya liberado de aquel círculo de maltrato.

Cada vez que recuerda los días vividos junto a su expareja, las lágrimas salen sin mucho esfuerzo. “Uno se vuelve ciega cuando no se tiene amor propio”, expresa Sara, quien apenas hace una semana se llenó de fuerzas y denunció a su marido agresor de la misma edad.

Sara es parte de las estadísticas de las mujeres que se han decidido a romper el silencio. En Tungurahua los casos de alertas de violencia intrafamiliar y de género han aumentado un 7 %, solo en dos meses a comparación de 2021. De acuerdo al reporte del ECU 911, solo entre agosto y septiembre de 2021 se registraron 539 alertas y en los mismos meses de este año 575. Mientras que hasta la Unidad de Flagrancia de la Fiscalía en dos semanas se han acercado a denunciar al menos 20 personas, la mayoría mujeres.

Maritza Gamboa, presidenta del colectivo ‘Ana de Peralta’ que lucha por los derechos de igualdad en la familia, lamentó que durante 10 años en esta provincia se sigan dando cifras altas de violencia contra la mujer, lo que la ubican como la segunda con mayor índice, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Según Jorge Luis Garcés, jefe de la Zona 3 de Policía, del 85 % de las llamadas que ingresan al ECU 911 y atiende la Policía, la mayoría son por violencia intrafamiliar, en especial, debido a la ingesta de bebidas alcohólicas.

Gamboa, por su parte, expresa que mediante la campaña denominada ‘Ya llegan las mariposas con seguridad a Tungurahua’, han logrado articular a instituciones y llegado a más personas para frenar el círculo de violencia.

Incluso, el colectivo brinda asesoría legal y psicológica de manera gratuita en la Casa del Portal, centro de Ambato (calles Sucre y Montalvo) los lunes y miércoles, de 10:00 a 14:00, para orientar a las mujeres y hombre violentados. “Muchas veces por el qué dirán prefieren aguantar los maltratos o ser cómplices de un delito”, exhorta Gamboa.

Garcés menciona que desde la Policía mantienen constantes campañas mediante el Departamento de Violencia Intrafamiliar (Devif), donde trabajan con fiscales especializados para ayudar a las víctimas. “Lastimosamente, ha ido al alza los casos de violencia intrafamiliar, pero seguimos trabajando mediante las campañas en escuelas, colegios, asambleas comunitarias para frenar este círculo nocivo para la sociedad”.

Por su parte, la psicóloga clínica Ivonne Vargas dice que en muchos casos la violencia no se frena, porque las mujeres -en especial- esperan que la situación cambie y brindan oportunidades a sus parejas. Resalta que el primer paso para darse cuenta cuando una persona es maltratadora es cuando incrementan las agresiones verbales, que con el tiempo pueden desencadenar en agresiones físicas y hasta la muerte.

Sara ahora aconseja a sus nietas que deben ser independientes y amarse para evitar que se repita con ellas su patrón de violencia, la tortura que ella sufrió en ‘nombre del amor’.

Afectación

• Según la ONU, 65 de cada 100 mujeres en el Ecuador han experimentado por lo menos un hecho de algún tipo de violencia en alguno de los distintos ámbitos a lo largo de su vida.

Los femicidios

• A nivel nacional, 43 de cada 100 mujeres experimentaron algún tipo de violencia por parte de su pareja. Una mujer es víctima de femicidio cada 72 horas. 33 de cada 100 han vivido violencia sexual (32,7 %).

Estructural

• La ONU Mujeres reconoce que en el país se han dado pasos importantes para ponerle fin a la violencia contra las mujeres, sin embargo, existe un problema estructural, con raíces históricas de discriminación.