El turismo interno remonta en cifras salvo en los hospedajes
Los últimos feriados muestran un ascenso de salidas y de gastos, pero no en alojamiento. El viajero busca espacios abiertos para pernoctar o comer.
El Hotel del Parque ha sacado su restaurante ‘a la calle’. Aprovechando que está dentro del Parque Histórico, ha puesto mesas al aire libre en el Malecón 1900, y de ese modo reduce el riesgo de contagio de la COVID-19, algo que suele ser mayor en sitios cerrados.
Este es uno de los cambios que algunos hoteles de la ciudad y del país están implementando para adaptarse a la creciente tendencia del turista nacional de buscar destinos y actividades en espacios abiertos, como una forma de protegerse del virus.
Ya no solo aplican medidas de bioseguridad de estricto cumplimiento en sus instalaciones, con certificaciones locales e internacionales para brindar tranquilidad a sus huéspedes.
Ahora, a diferencia de antes, cuando procuraban retener a los turistas en el lugar con servicios como piscina, sauna, gimnasio o restaurante; algunos les ofrecen la opción de ‘escaparse’ a la naturaleza, para disfrutar de excursiones al aire libre armadas por el propio hotel.
En Imbabura, por ejemplo, así lo hace el Hotel Otavalo, que si bien cuenta con atractivas instalaciones y servicios para los huéspedes, ahora también promociona ‘escapes’ hacia las montañas o alguno de los lagos cercanos y disfrutar allí mismo de un almuerzo estilo pícnic.
Este tipo de opciones no son una moda, sino una necesidad. O más precisamente, son estrategias de algunos hoteles para atraer al turista que, según encuestas efectuadas por el Ministerio de Turismo y como ha publicado este Diario, en este contexto de pandemia prefiere como destinos los espacios abiertos y no tan tradicionales.
Según respondió Turismo a una consulta de EXPRESO, las cifras comparadas de los tres últimos feriados nacionales de agosto, octubre y noviembre trazan una línea ascendente. No igualan los números de años anteriores, pero evidencian un incremento de viajes y de gastos: 7, 23 y 35 millones de dólares.
Pero no de hospedajes, advierte Juan Sebastián Paredes, de la Dirección de Inteligencia de Mercados, al aclarar que ese repunte no se traduce en demanda de plazas en hoteles, que tuvieron 9 % de ocupación en agosto y 28 % en octubre. En noviembre, 20 % en zona urbana, pero de hasta 80 % en rural.
- Viajes. Según Turismo, en agosto, octubre y noviembre hubo 134 mil, 478 mil y 616 mil viajes, respectivamente.
- Gastos. También según esa entidad, los turistas gastaron 7, 23 y 35 millones de dólares en su orden, en esos ‘puentes’.
- Comparación. En 2019, el turismo gastó 55 millones en agosto y 58 en noviembre. En octubre, por el paro, solo 9 millones.
Una posible razón, según opina el funcionario, es que la mayoría de hoteles están situados en las ciudades, justamente en destinos que buena parte de los turistas prefieren evitar.
De allí que Turismo considera que los operadores (hoteles, agencias de viajes, de transporte, guías, etc.) deben adaptarse e implementar estrategias que les permitan aprovechar la tendencia creada por la pandemia.
Al respecto, Elizabeth Castillo, vicepresidenta de la Asociación de Hoteles de Guayas, dice que en el caso del Nevada, de Playas, que ella gerencia, ampliaron el espacio al aire libre para colocar hamacas y juegos como billares o futbolines.
Pero no todos los hoteles del cantón pueden hacerlo, por falta de espacio. Una situación que se repite en Guayaquil.
A su criterio, además de la iniciativa de los operadores, también hace falta una mayor promoción por parte del Gobierno.
Un criterio con el que coincide Daniel Villafuerte, gerente de ventas del Hotel del Parque, quien si bien explica algunos de los planes que han incorporado, también considera que el Gobierno y todo el sector en conjunto deben trabajar para mejorar la imagen negativa del país que causó la pandemia.
Cita la dolorosa situación de marzo y abril que vivió Guayaquil y que fue difundida internacionalmente, así como lo que ocurrió después en ciudades de la Sierra. Afirma que a pesar de haber transcurrido varios meses y de que las cifras de contagios y muertes han descendido, todavía hay clientes del extranjero que preguntan si la situación sigue igual. “Hasta me han preguntado si ya reabrió el aeropuerto, algo que ocurrió en agosto”, asegura.
Del Parque pertenece a la cadena Oro Verde, cuyo hotel principal está en plena avenida 9 de Octubre, con un espacio limitado por calles públicas. Villafuerte cuenta que allí han optado por utilizar el área al aire libre de la terraza, alrededor de la piscina, para combinar con una zona de comedor. Y aprovechan la hermandad con el Hotel del Parque para ofrecer a sus huéspedes algunos de los atractivos con los que cuenta el Parque Histórico.
Turismo es quien nos ayuda con la comunicación en el país y vemos que lamentablemente eso ha desaparecido.
Trasladar parte del comedor a la terraza también lo ha hecho el Hotel Mama Cuchara, de Quito, perteneciente a la misma cadena del Hotel Otavalo: Art Hotels Ecuador. La gerente comercial, Stephany Reeson, confirma que esas acciones y la obtención de certificaciones de bioseguridad son parte de las estrategias para garantizar seguridad al huésped.
Pero al igual que Castillo y Villafuerte, cree que no todo depende de los operadores turísticos y que falta promoción del Ministerio de Turismo. Sobre todo, un mensaje que resalte la oportunidad de recorrer el país en este momento; y que para ello se cuenta con hoteles que ofrecen total seguridad.