Destino. Un migrante mientras es escoltado por un policía, a su arribo a la localidad costera turca de Dikili.

Turquia recibe a sus primeros deportados

Tres barcos turcos devolvieron ayer a Turquía a cerca de 202 migrantes desde las islas griegas de Lesbos y Chios, en el marco del polémico acuerdo firmado entre Bruselas y Ankara el 18 de marzo, por el cual 43 sirios que estaban en Turquía fueron envia

Tres barcos turcos devolvieron ayer a Turquía a cerca de 202 migrantes desde las islas griegas de Lesbos y Chios, en el marco del polémico acuerdo firmado entre Bruselas y Ankara el 18 de marzo, por el cual 43 sirios que estaban en Turquía fueron enviados a la Unión Europea (UE).

Este acuerdo fue apoyado por Alemania, que aceptó en el último año a la mayoría de los más de un millón de migrantes que desembarcaron en Europa desde Turquía.

En una entrevista telefónica, la canciller Angela Merkel y el primer ministro turco, Ahmed Davutoglu, consideraron que ayer fue un día “importante”, que marcó el inicio de la “puesta en marcha de una parte central” de la estrategia europea para frenar el flujo de migrantes, dijo el gobierno de Berlín.

El acuerdo estipula que los llegados después del 20 de marzo serán devueltos a Turquía si no efectúan una demanda de asilo o si su petición es rechazada. El pacto UE-Turquía prevé que por cada sirio devuelto, otro sea admitido en territorio comunitario, con un tope de 72.000 personas.

Por el convenio, 202 migrantes, entre ellos dos sirios, fueron llevados a Turquía, mientras que 32 sirios fueron trasladados a Hanover, en el norte de Alemania, y 11 a Finlandia. Se esperaba que hoy Holanda acogiera a más refugiados.

Al amanecer, los migrantes se embarcaron en los barcos de la agencia de vigilancia de fronteras exteriores de la UE (Frontex), que dirige la operación. En Lesbos, 136 personas fueron embarcadas y en Chios 66.

La mayoría de los migrantes eran originarios de Pakistán, Afganistán e Irán y unos pocos eran sirios que no efectuaron la demanda de asilo, informó Giorgos Kyritsis, del Servicio de Coordinación de Política Migratoria de Grecia.

Según el ministro turco que se encarga de las relaciones con la UE, Volkan Bozkir, los sirios serán enviados a los campos de Osmaniye, en el sur del país, y de Kirklareli, en el norte, y el resto permanecerá un tiempo en Turquía, antes de ser enviados “poco a poco” a sus países.

Varios manifestantes fueron a mostrar su apoyo a los expulsados y una banderola en la que ponía “Turkey is not safe” (“Turquía no es segura”) fue desplegada en la terraza de un hotel frente al puerto. Pese a ello, la operación se desarrolló “en calma y en orden”, según Ewa Moncure, portavoz de Frontex.

La agencia de prensa griega ANA anunció el domingo que 750 migrantes serían devueltos a Turquía entre hoy y mañana, a ritmo de unos 250 al día, mayoritariamente paquistaníes, esrilanqueses y africanos.

La UE ha enviado fuerzas de seguridad para apoyar la operación. Francia, por ejemplo, prevé enviar 200 personas entre agentes de policía, antidisturbios y gendarmes.