Unicef: Ir a la escuela y no aprender, entre mayores factores del abandono escolar
La Unicef traza un panorama más amplio del problema y sus múltiples causas. Resalta la de los menores que no aprenden
Suena contradictorio, pero la propia escuela puede ser una de las principales causas de que más niños y adolescentes del país estén dejando las aulas. En la búsqueda de factores y motivos de este fenómeno, que se ha elevado en los dos últimos años, suele obviarse uno tanto o más importante que la pobreza, el embarazo adolescente, enfermedades, movilidad, migración e incluso la violencia: el déficit de aprendizaje de los estudiantes, que arranca en educación inicial, se acumula en la primaria y termina en bachillerato con jóvenes que no tienen los conocimientos ni destrezas que deberían haber adquirido en doce años de estudios.
La Unicef (sigla en inglés del Fondo de las Nacionales Unidas para la Infancia), encargada de proteger los derechos de todos los niños, tiene una mirada más amplia e integral del fenómeno del abandono y deserción escolar, tanto a nivel regional como en el caso concreto de Ecuador.
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Leer másEntrevistado de manera virtual por EXPRESO, el especialista en educación de la Unicef, Khalid Chenguiti, recuerda que se trata de un fenómeno universal y multidimensional, aunque suele tener algunas diferencias entre países, e incluso, como en Ecuador, entre provincias.
Enlista los diversos y múltiples factores que inciden y explica con detalle cómo cada uno afecta la continuidad de los chicos en el sistema educativo. Pero pone énfasis en uno pocas veces señalado, a pesar de que las evaluaciones educativas nacionales de manera recurrente evidencian su importancia.
“La desmotivación por falta de aprendizaje es del 50 al 60 % de los factores que inducen el abandono, y en Ecuador no va a ser diferente. A veces le damos más importancia a otros factores socioeconómicos, pobreza, violencia, porque están en los medios; pero si haces un análisis más largo, que es lo que intentamos hacer con el Ministerio de Educación, pues el fenómeno del no aprendizaje es muy importante”, afirma.
No es pérdida del aprendizaje, sino el no haber aprendido. Así lo confirman año tras año las pruebas educativas nacionales, que indican que siete de cada diez niños de primaria no manejan las competencias básicas de Lenguaje y Matemáticas.
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Leer más“Y os podéis imaginar si los siete alumnos van más allá, en la secundaria, ya no van a poder aprender porque no tienen las bases y eso induce una desmotivación escolar, que se combina con otros factores como pobreza, a veces embarazo, a veces la violencia, que hacen que los niños salgan del sistema”, explica.
Un problema que, sin embargo, arranca mucho antes. El especialista recuerda que en Ecuador la educación inicial apenas la cursa un 48 % de los infantes. Eso significa que en el primer grado de primaria los maestros reciben una mitad de niños con una preparación previa y otra mitad que va a comenzar desde cero. Una disparidad que el sistema no tiene previsto.
El Ministerio de Educación registra quiénes se matriculan y luego quiénes son promovidos. Pero Unicef afirma que falta más control o monitoreo del cumplimiento de los objetivos de aprendizaje. Las pruebas educativas recalcan una y otra vez que no se están cumpliendo.
Otros factores que se combinan e inciden en la deserción escolar
Khalid Chenguiti, especialista de la Unicef, anota que antes de la pandemia, Ecuador había avanzado en aspectos como cobertura educativa. Pero tras el obligado paso a la virtualidad, fue de los que más tardaron en reabrir las escuelas. “En nuestro monitoreo global de los niños fuera de los sistemas educativos, se nota un diferencial entre los países que cerraron las escuelas poco tiempo y mucho tiempo, como en México y Ecuador, donde estuvieron cerradas durante dos años”, indica.
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Leer másRecuerda también que la pandemia agravó la pobreza y elevó la movilidad y la crisis migratoria, todo lo cual afectó la continuidad educativa de los infantes. De igual manera, el aspecto climático, pues las lluvias y las inundaciones afectaron la infraestructura educativa, especialmente en la zona rural.
Y también cita la violencia, cuya incidencia difiere entre provincias: en las más violentas hay más abandono escolar. “Eso también es multifactorial: va del sentimiento de inseguridad de los padres en el camino a la escuela, hasta la violencia que puede entrar en la escuela. Es un sentimiento de inseguridad que hace que los niños y a veces también los docentes no se sientan bien y eso empeora el proceso educativo”.
¿Qué se hace y qué se puede hacer ante el abandono escolar?
La Unicef dice apoyar varios programas del Ministerio de Educación, entre ellos uno de nivelación y aceleración pedagógica de los estudiantes, que incluye a quienes están fuera del sistema. “Funciona muy bien, es un sistema de apoyo educativo para reinsertar a los niños y niñas en secundaria y que puedan continuar su educación”, expone Chenguiti.
Para el especialista de la Unicef, un factor clave para prevenir el fracaso escolar y la deserción es lograr una mayor participación de los padres en el control del aprendizaje de sus hijos. Esto es algo que se aplica en otros países, pero no en Ecuador, donde usualmente se los convoca solo dos o tres veces al año.
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