Universidad
El martes de esta semana, representantes de las universidades del país se reunieron en Guayaquil para tratar el proyecto de reformas a la Ley Orgánica de Educación Superior. Las personas que de una u otra forma estamos relacionadas con el medio universitario somos conscientes de los enormes esfuerzos que no solo la ley, sino el conjunto de resoluciones, regímenes y otras normas en general relacionadas al tema, le impusieron a la universidad ecuatoriana.
Como se ha dicho muchas veces, el proceso de revisión así como de acreditación era necesario y cualquier trabajo que implique mejorar los estándares de educación son bienvenidos, sin embargo, siempre he creído que las regulaciones que se dictan para una sociedad deben ser acordes a su realidad, y en ese sentido la Ley de Educación Superior obligó a la universidad ecuatoriana a cumplir con exigencias relacionadas a: biblioteca, investigación, docentes a tiempo completo, docentes con títulos de cuarto nivel y de doctorado, lo cual implicó no solo un esfuerzo académico y administrativo sino un gran esfuerzo económico, que desde mi mirada era complicado de cumplir por el noventa por ciento de la universidad nacional.
Ahora se escuchan posibilidades de reformas y se ha invitado a un diálogo a las universidades para participar en este proceso de “socialización”. Lo más trascendente es que realmente se escuche a la universidad, desde su realidad, y que exista un compromiso por parte del Estado de inversión de recursos con reglas claras y con plazos de cumplimiento reales, que les permita, especialmente a las públicas y cofinanciadas, tener una forma cierta de ejecución de sus presupuestos.
Así, mientras las reglas para la universidad, desde lo concerniente a sus campos académicos, hasta aspectos como investigación e inversión de recursos públicos por parte del Estado son cada vez mayores, muchos leemos absortos los resultados de una “evaluación preliminar” de Yachay, donde se ha denunciado que existiría una millonaria inversión sin ningún tipo de control. Paradojas que se presentan en estos últimos años.