De la Universidad de las Artes
Al respecto de la nota publicada el 10 de septiembre, me permito algunas precisiones: El título de su reportaje (“El lento avance de 4 universidades”) deja entrever que habría un retraso en la consolidación de estos proyectos. En cuanto a la Universidad de las Artes, vale recordar que la ley de creación establece 5 años de plazo para su institucionalización, plazo que se cumple en diciembre de 2018. Hay que saber que la Comisión Gestora está en funciones desde febrero 2015, es decir, hace dos años y medio. En este tiempo, no solo se ha consolidado la plataforma curricular de pregrado con siete carreras en cinco escuelas artísticas. También se ha convocado a un concurso de méritos y oposiciones para docentes y otro para personal administrativo, y los estudiantes han designado delegados oficiales para la comisión de evaluación interna, estos son requisitos indispensables para establecer el Órgano Colegiado Académico Superior, que es lo que manda la ley. En otras palabras, estamos cumpliendo con el cronograma de desarrollo institucional de la UArtes.
Su reportería afirma que “En la UArtes se previó una inversión de 200 millones para las obras de construcción (...)”. Pero no precisa que en este periodo la misma Senplades puso a disposición $ 51 millones, de los cuales 21 han sido ejecutados en este periodo de dos años y medio. La ciudadanía podría interpretar que el monto por ustedes señalado, los $ 200 millones, ha sido ineficientemente utilizado y eso no corresponde con los hechos. Una cosa es el monto de un proyecto y otra lo que se establece ya en la ejecución. No solo no hemos sido dispendiosos, sino que hemos actuado siempre en consideración de la situación económica nacional.
Su reportaje afirma que la UArtes habría hecho un pago indebido a profesores, sin mencionar que ese rubro se ajusta a lo establecido por la Constitución (en sus arts. 33 y 34), que manda que “el derecho a la Seguridad Social es irrenunciable (...) y será deber y responsabilidad primordial del Estado”. Además el Consejo de Educación Superior, con Resolución RPC-SO-32-No.616-2016, en la reforma al Reglamento de Carrera y Escalafón del Profesor e Investigador, convalidó “los contratos de servicios ocasionales que las IES hayan celebrado con los profesores invitados a partir del 28 de mayo de 2014 que gozan de prestigio académico, científico, cultural, profesional o empresarial, por haber prestado servicios relevantes a la humanidad, la región o al país”. Y el propio Ministerio de Trabajo nos dio la razón: “la Universidad de las Artes para contratar personal académico invitado lo podrá realizar a través de contratos de servicios ocasionales” en virtud del artículo 425 de la Constitución. En suma, hemos actuado dentro de la norma y en defensa de los intereses de los docentes-artistas, actores substanciales del programa académico de esta Universidad, precisemos, de Artes.
Se afirma que nuestra comunidad no habría cumplido con sus objetivos de producción, cuando es de conocimiento público que la UArtes se ha convertido en un actor fundamental de la agenda artística y cultural de Guayaquil, y que mantiene proyectos de investigación a nivel nacional e internacional. Permítame solamente citar un caso, el proyecto Residencia 103M, de la Escuela de Artes Visuales, que consistió en la realización de 38 exposiciones en más de 30 locaciones en diferentes lugares de nuestra ciudad.
Juan Carlos González
Director de Comunicación