Urge corregir la dispersión de la policía y enfilarla a zonas calientes
Vuelve el Ministerio del Interior y lidia con ejes desatendidos en seguridad. Falta reforzar Guayaquil y tener agentes de confianza contra el crimen organizado
Se necesitan cambios. El regreso del Ministerio del Interior suma apoyos ante la ola delictiva que enfrenta el país. En especial, la zona 8, conformada por Guayaquil, Durán y Samborondón. Sin embargo, los expertos en seguridad indican que la cartera de Estado debe reordenar sus prioridades y, sobre todo, cambiar lo que esté mal.
“Estamos con un esquema obsoleto”, indica el exdirector de inteligencia del Ejército, Mario Pazmiño, y señala que el Ministerio del Interior debe comenzar por hacer una reingeniería del sistema de seguridad ciudadana.
Según Pazmiño, los circuitos y subcircuitos de la Policía Nacional mantienen a los agentes “enclaustrados” y dispersos en ciertos territorios.
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Leer másAsimismo, el exjefe de Inteligencia explica que, como parte de los esfuerzos de la cartera de Estado, se debe levantar la georreferenciación del delito. Es decir, que el ministerio, a través de la Policía, tenga un mapa con la ubicación de los principales puntos con incidentes delictivos.
Esto con el objetivo de ejecutar controles, mantener la presencia policial y, por ende, tener un rol preventivo. Sin embargo, Pazmiño destaca que la inseguridad es un mal que no acabará si no se atienden las necesidades de esos sectores conflictivos.
Por su parte, el experto en seguridad y exasesor del anterior Ministerio del Interior, Jorge Villacreses, coincide con Pazmiño, pero añade que el nuevo ministro, Patricio Carrillo, deberá revisar la estructura de la Policía para asignar a personas de su confianza y ubicarlos en los lugares estratégicos que crea conveniente.
Lo primero es hacer una reingeniería del sistema de seguridad ciudadana. El Gobierno debe cambiar de mentalidad. El crimen organizado transnacional es la amenaza estructural.
Una decisión que Pazmiño considera acertada porque “desde hace mucho tiempo, la Policía Nacional ha sido permeada por el crimen organizado”. En ese sentido, él considera que, por ejemplo, la Aduana debería recuperar la competencia del manejo del narcotráfico y así dividir la responsabilidad.
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Leer másAsimismo, explica que es necesario que la inteligencia policial no trabaje de forma independiente, sino que esté en coordinación con el Centro de Inteligencia Estratégica (CIES). Sin embargo, Pazmiño recuerda que esto es competencia del Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe).
Por otro lado, sobre los operativos en territorio, Villacreses considera que la Policía debe enfocarse en intervenir oportuna e integralmente la zona 8. “Hay que controlar el nido de ratas”, dice y explica que el crimen organizado se coordina desde Guayaquil y Durán. Sin embargo, advierte que eso traería consecuencias.
“El ministro (Patricio Carrillo) conoce de la problemática, solo necesita las condiciones y los recursos para intervenir”, continúa Villacreses y hace hincapié en que la inteligencia policial será esencial para controlar la inseguridad.
Fue un error del régimen anterior unir la política con la seguridad ciudadana. El nuevo ministro debe revisar la estratega que se había planteado, evaluarla y tomar correctivos.
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Leer másEn ese sentido, aunque reconoce que hay déficit de agentes policiales en el país, él propone que la seguridad privada se integre como un componente que supervise y alerte sobre delitos donde la Policía no tiene presencia constante.
Por su parte, el exgobernador del Guayas, Raúl Ledesma, comparte los cambios que Pazmiño y Villacreses proponen y explica que el nuevo ministro debe evaluar la estrategia de seguridad que se había planteado en el país. “Hay que analizar los resultados obtenidos y los motivos por los cuales no se ha bajado los índices delincuenciales”, puntualiza el exgobernador.
Sin embargo, Mario Pazmiño añade que los cambios deben empezar con el cambio de mentalidad del Gobierno. “La delincuencia común no es lo que está afectando a las personas. Un error. El crimen organizado transnacional es la amenaza estructural del Estado”, puntualiza.
En ese sentido, Pazmiño señala que la respuesta del Gobierno no puede ser solo ubicar una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) como lo hizo en Durán. “Eso no tiene que ver con estrategia”, destaca.