Los 'vacíos' del gasto municipal se hacen evidentes en el Concejo Metropolitano de Quito
Tres empresas públicas no aprobaron sus informes anuales a tiempo. El Concejo no aprobó la liquidación presupuestaria
Confusión e incumplimiento en las cuentas de la capital. La liquidación de los gastos del Municipio de Quito, en 2020, deja ver que el manejo de la ciudad se realiza con pocos filtros y una responsabilidad cuestionada.
Lo dicen los propios concejales. Ayer, 16 de marzo de 2021, el Concejo del Distrito Metropolitano revisó el documento de ingresos y gastos del año pasado y ratificó, entre otros temas, lo dicho por EXPRESO la semana pasada:hay datos que no concuerdan, cifras ocultas y existe un irrespeto a la ley por parte de las entidades que conforman el gobierno local.
Tan grave es el desorden que no se aprobó la liquidación. El documento regresó a la Comisión de Presupuesto para que se revise la serie de observaciones que se detectaron.
El caso estrella es el incumplimiento de las empresas municipales. Menos de la mitad de las entidades autónomas presentó un presupuesto liquidado y un balance final. Es más, tres -la empresa de Aseo, la de Gestión de Residuos Sólidos y la de Hábitat- ni siquiera presentaron un documento preliminar.
Según Emaseo, sí se presentó un texto previo -aunque fuera del plazo establecido por la Administración General del Municipio- pero aún no hay una aprobación final del directorio de la empresa.
Los concejales Fernando Morales y Andrea Hidalgo cuestionaron que se pretenda aprobar un texto con cifras e indicadores incompletos o preliminares. Por eso se devolvió el informe a la comisión.
La falta de cumplimiento oportuno no es el único problema. Los concejales evidenciaron que la propuesta de informe de liquidación presupuestaria presentaba datos confusos. La concejala Luz Elena Coloma incluso mostró que entidades con ejecuciones presupuestarias del 9 % lograron cumplir casi al 100 % los proyectos a su cargo. Es decir, con poco dinero hicieron más de lo que debían.
¿Extrema eficiencia? No, todo lo contrario. El reporte no explicaba de manera clara que el cumplimiento responde a las reformas y recortes que se dieron en medio de la emergencia sanitaria. El gasto y el cumplimiento de proyectos se hizo sobre la base de fondos modificados a finales de 2020.
La pandemia provocó, a decir de la Administración General del Municipio, que el informe no sea lo más preciso y adecuado para medir el rendimiento del gasto en el gobierno seccional.
Durante toda la discusión, el alcalde Jorge Yunda no intervino ni defendió su labor.
