Vagones de mejoras para Manabi
Los puntos turísticos, por los que se prevé que pase en un futuro el tren playero anunciado por el Gobierno, necesitan inversión también en infraestructura y servicios.
En el sur de la provincia de Manabí, por donde pasará el soñador proyecto, no todos están empapados de este tema. Una radiografía de Puerto López, Los Frailes y Salango permite conocer en qué estado se encuentran estos puntos y si junto con el tren los vagones deberán venir llenos de mejoras.
Miguel Medina, habitante de Puerto López, dice haber escuchado y no conoce en profundidad cómo es el proyecto que pretende dar un impulso al turismo de la región costera. Sin embargo, es consciente de que a su cantón le falta mucho. “Para pensar en grande, debemos mejorar en esa misma proporción. Necesitamos servicios básicos de primera, un alcantarillado y agua eficientes”, expresa con preocupación.
Sara Pincay, otra residente del mismo cantón, considera que deben existir otros aspectos para recibir esta clase de proyectos innovadores. “El turismo es global, así como nos visitan personas de diferentes países, lo hacen de diferentes condiciones”. Si en una familia hay un integrante con discapacidad, es indispensable contar con facilidades para ello. Como en Manta donde hay sillas anfibias y una rampa de acceso a la playa.
Para el ciudadano Diego Zambrano, el proyecto del tren puede ser una gran oportunidad para el desarrollo. “Debemos estar orgullosos de ser tomados en cuenta, pero tenemos que ponernos manos a la obra, en salud, seguridad... Son aspectos que deben mejorar. Seamos grandes anfitriones”, exclamó.
Desde la Dirección de Turismo del Cabildo local se informó que existen 99 establecimientos de alojamiento en diferentes categorías, pero ninguno de cinco estrellas. El de mayor lujo alcanza las 3. Hay capacidad para 3.200 personas.
De Puerto López, los visitantes tienen a un salto la playa de Los Frailes. Es un espacio que forma parte del Parque Nacional Machalilla, considerada por lo tanto como un área protegida del país. No hay edificios ni restaurantes, pero es el único balneario en el que pueden bañarse los turistas dentro del perímetro protegido. Está ubicada a 7 minutos de la cabecera cantonal de Puerto López.
Los turistas pueden acceder en vehículos propios, aunque también hay mototaxis de una compañía perteneciente a la parroquia de Machalilla, que cuenta con 24 unidades. Sus conductores, todos uniformados y con distintivos de pertenecer a dicha empresa, cumplen el servicio por un dólar por persona en un tiempo de 8 minutos.
Como medida de prevención, los turistas nacionales deben facilitar su número de cédula y la ciudad de origen ante los funcionarios. Los extranjeros deben presentar su pasaporte, DNI o número de identificación, sus nombres, edad y país de origen. La entrada desde hace más de 5 años no tiene costo. Antes, los ecuatorianos pagaban 5 dólares, los foráneos 12 dólares. En temporada baja, llegan 400 visitantes. Pero en un feriado, pueden llegar a 3.800.
Kelvin Zambrano, guardaparques de Los Frailes, dice que en el lugar se practica autoguía, a través de letreros en idiomas español e inglés que dan directrices de lo que se puede o no hacer, además de mensajes ecológicos y de protección ambiental.
En Los Frailes está prohibido llevar comida preparada, enlatada, bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes. Sí se permite snacks, gaseosas, jugos y frutas, siempre y cuando se recoja cualquier desperdicio de lo que se consume.
Stephano y Fabricio, dos turistas italianos, se quedaron enamorados de esta playa. La consideran única e inigualable. Han visitado casi todo el país y aseguran que recomendarán visitarla.
Otro de los puntos por los que parará el eventual tren, combina dos actividades indispensables para la economía nacional: la pesca y el turismo. Aunque esta última actividad es más reciente en Salango. Yolaida Muñoz, presidenta de la comuna que posee 4.000 habitantes, es muy crítica con el lugar en el que vive en cuanto a servicios. “El alcantarillado es pésimo, el agua que recibimos es entubada. El Malecón debe ser mejorado, quedó destruido por los aguajes”, dice.
Rosa Pincay, servidora turística, añade que hay una fábrica que genera malos olores. Ese tema también les preocupa.
Alfredo Pincay, propietario de un restaurante, afirma que Salango tiene atractivos y gente hospitalaria, buena gastronomía y varios imanes de atracción. Sin embargo, no deja de reconocer que la imagen debe mejorar, y que si el tren playero llega, tendrían que ejecutarse cambios previamente.
“Debe existir más inversión en nuestra comunidad, pero eso debe ir acompañado de las mejoras en servicios básicos. Uno sueña en grande cuando hay proyectos de esta característica”, sopesa.