Coleccionista. Valeria Vallejo muestra la serie de adornos de diferentes materiales y partes del mundo que ha logrado juntar en 18 años.

Valeria y sus 906 mejores amigos

¿Quién no se ha dedicado a coleccionar objetos alguna vez? Canicas, cromos, tazas y postales son algunas de las cosas más comunes, pero en Guayaquil vive una joven de 19 años que colecciona perros de diferentes materiales.

¿Quién no se ha dedicado a coleccionar objetos alguna vez? Canicas, cromos, tazas y postales son algunas de las cosas más comunes, pero en Guayaquil vive una joven de 19 años que colecciona perros de diferentes materiales desde que tenía un año de edad, aunque ella no era consciente de ello.

Valeria Vallejo todavía recuerda la primera vez que empezó con esta afición, por decisión. “Yo era muy pequeña y mis papás me regalaron siete perritos de porcelana”, cuenta.

Aunque al inicio y a medida que iba creciendo solo lo hacía porque le gustaban los adornos de perros, después se dio cuenta de que podría crear una gran colección. Por eso, el año pasado le envió una carta a Guinness World Records, la organización que reconoce los récords mundiales, para que avalen sus 906 perros. Sin embargo, esa entidad le comunicó que la colección más grande de este tipo tiene 1.401 perros y pertenecen a Ana Matracka, de Polonia.

Además de los adornos, Valeria tiene una amplia colección de revistas, películas y libros sobre perros. Entre esos textos se encuentran los manuales firmados por César Millán, más conocido como el Encantador de Perros, a quien ella admira y ha tenido la oportunidad de conocer.

Las figuras de Valeria son de distintos materiales como tagua, cristal, porcelana, marfil y plata. Provienen de todas partes del mundo, pero lo más importante es que cada una guarda una historia. “Este es mi favorito, porque mi abuelita me lo regaló”, resalta, mientras señala un labrador de cuarzo rosa. Al lado del labrador están dos cachorros que tocan instrumentos y a los que la coleccionista trata con mucho cuidado, pues se los regaló su hermano mayor, quien vive lejos.

Valeria admite que no ha sido fácil conseguir todos los objetos. En una ocasión vio un relojero en forma de labrador, pero la tienda ya estaba cerrada. “Tuve que rogarle al señor de la tienda hasta que me dejó entrar”, relata entre risas.

Estos perritos en su mayoría son regalos de amigos y familia, por lo que ella los atesora. Valeria realiza sus estudios en España y explica que le hacen falta sus perros, por lo que ha cubierto su habitación de fotos, almohadas y adornos de ellos. “Los perros no son solo perros. Son parte de mi familia. No es un lujo, es un sentimiento de conexión”. Y también le gustaban los reales. Ha tenido siete a la vez y ahora tres: Cheese, Cucuy y Luke. Este último es un golden que tiene hasta su propia cuenta de Instagram.

Valeria no ha olvidado su intención de establecer una marca mundial y en cuatro años prevé volver a contactarse con Guinness World Records luego de haber completado su nueva meta: sumar 2.000 perros.