Valores, la ‘quimio’ a la metástasis
El caso que desenmaraña una estructura criminal con funcionarios llama a la reflexión como sociedad. Especialistas opinan cómo empezar a cambiar
Metástasis, así se llama la investigación que levantó la Fiscalía General del Estado a casi 40 personas que presuntamente servían al narcotráfico y al crimen organizado, desde los sistemas de control del Estado. Esa es la telaraña de corrupción que conectaba a jueces, fiscales, policías, personal del Servicio de Detención de Privados de Libertad (SNAI) y otros funcionarios de primer nivel, que ahora, tras su descubrimiento, pone en tela de duda si los valores establecidos en la sociedad ecuatoriana son los correctos.
Así lo analizan especialistas sociales, académicos y quienes desde sus organizaciones rechazan la corrupción. ¿Cómo evitar que esta enfermedad se replique a futuro y siga tejiéndose en más áreas de la sociedad?
“Se requiere de una quimioterapia urgente, pero también a mediano y largo plazo. Es decir, un plan integral que involucre al Gobierno nacional como a los gobiernos seccionales”, menciona a EXPRESO el coordinador de la Comisión Anticorrupción, capítulo Guayas, Ricardo Ramírez.
Para él, el fondo del problema radica en la pobreza, “pues es en los sectores con más carencias donde se recluta a los integrantes de las bandas” y es desde ahí, opina, desde donde se debe trabajar para reducir las necesidades. También apunta a que se debe “introducir en los niños una conciencia de anticorrupción”, desde las escuelas cuando se fomente la honestidad y el buen ejemplo de valores.
Tras el caso Metástasis se debe analizar el papel que cumplen las instituciones que forman parte de la Función de Transparencia: la Defensoría del Pueblo, Consejo de Participación Ciudadana y la Contraloría General del Estado.
El especialista en anticorrupción también señala que Metástasis da paso a que se analice en el país el papel que cumplen las instituciones que forman parte de la Función de Transparencia como la Defensoría del Pueblo, Consejo de Participación Ciudadana y la Contraloría General del Estado, que deben controlar el trabajo de los organismos que hoy están contaminados por la corrupción como la Judicatura y la propia Fiscalía. “No sabemos cuántas veces o cada cuánto se reúnen para trabajar en la transparencia”, enfatiza.
Ramírez además critica que, desde el gobierno del presidente Daniel Noboa, como parte de la solución al crimen y a las bandas organizadas, se hable de la creación de megacárceles (en Santa Elena y Pastaza, como parte del Plan de seguridad Fénix), ya que “una planificación anticorrupción no necesariamente tiene que revelar detalles que puedan alertar a los grupos delincuenciales”.
El experto en sociología Andrés Martínez también critica que sea la construcción de prisiones de las principales respuestas ante la corrupción. “Construir cárceles al estilo Bukele no es la solución. Sería una olla de presión”, comenta.
Él considera más bien que el caso Metástasis llama a la sociedad ecuatoriana a “machacar en valores” desde las aulas de clases y a empezar a dejar de ser corruptos con pequeños detalles, como pasarse la luz roja del semáforo; sobornar a un agente de tránsito para ser condonado por una infracción o recibir esos sobornos, por ejemplo. “Así empezamos antes de escalar al nivel del narcotráfico”, ejemplifica.
La seguridad de un país no se mide por tener megacárceles. Construir cárceles al estilo Bukele no es la solución. Hay que empezar a cumplir las reglas desde los más pequeños detalles como no sobornar a los agentes de tránsito.
También señala que si bien la pobreza no justifica que las personas se vuelvan delincuentes y criminales, sí explica ciertos comportamientos que los vinculan con los delitos y de ahí, coincide con Ramírez, que el trabajo en prevenir más corrupción a futuro está en centrarse en reducir las carencias de ciertos sectores específicos, tradicionalmente marginados.
Por su parte, César Ricaurte, director de la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios), menciona a EXPRESO que Metástasis “nos llama como sociedad a no normalizar tratos ni confianza con el narcotráfico. No debemos olvidar nunca que son criminales”, subraya.
Como una entidad que vela por la protección de los periodistas en el país, el director de Fundamedios hace alusión al horror de saber, a través de chats entre los investigados de Mestástasis revelados por la Fiscalía, lo poco que vale la vida de los comunicadores para los criminales y que exista “servidumbre”, desde la profesión al crimen organizado. “Es evidente que necesitamos reforzar la función ética y las herramientas de ética periodística que tenemos, pero que ese proceso no debe ser deliberado por quienes estén siendo señalados por la falta de ética”, menciona.
El caso Metástasis nos llama como sociedad a no normalizar tratos ni a tener confianza con el narcotráfico. No debemos olvidar nunca que son criminales. Es evidente que necesitamos reforzar la función ética de la comunicación.
Desde el punto de vista psicológico, el especialista Gino Escobar menciona a EXPRESO que hay que trabajar en la educación emocional en las escuelas y en la alfabetización emocional en las universidades y en establecer a la vez códigos de ética donde cada quien pueda ser consciente de qué siente y cómo actúa. Pero antes y para ello, es importante, destaca, que primero la sociedad sea consciente de sus errores para trazar planes de mejoras.
“Este caso evidencia el grado de descomposición en el que estamos como sociedad. Ya con la radiografía es hora de no seguirnos autoengañando y aceptar que somos todos corresponsables. Casi todos somos cómplices porque de alguna manera creemos que los que tienen el poder son los jueces, los fiscales, los policías y cada uno lo que hace es cumplir un rol asignado por la sociedad. Hay que empezar a revisar casa adentro qué actitudes permitimos y cómo hicimos como sociedad para llegar a esto”, menciona.
Escobar, además, indica que se debe hacer el análisis de reflexión en todas las áreas porque no solo se trata de jueces y fiscales o policía. “No se trata de la profesión, sino del ser humano que entra a una profesión convencido de que así se hará más rico”.
Es hora de no seguirnos autoengañando y aceptar que somos todos corresponsables. Somos cómplices por creer que los que tienen el poder son los jueces, los fiscales, los policías cuando ellos cumplen un rol asignado por la sociedad.
El académico universitario e investigador educativo, Roosevelt Barros, considera que Metástasis es la pauta para recordar y volver a integrar asignaturas y deberes para los niños en las escuelas que fueron eliminados y que aportaban al sistema de vida para el futuro de los estudiantes. “Que vuelvan las materias de Ética, Moral, Cívica, Derecho Territorial. Cómo puede una persona amar a su patria si no la conoce”, detalla.
El docente, además, critica que, con el pasar de los años, le hayan dado tantos derechos a los niños sin darles deberes. “Un niño llega atrasado a clases, falta el respeto y no se le puede castigar. La sociedad se sigue descomponiendo mientras se quita lo bueno del pénsum académico. Los estudiantes deben tener conocimiento de valores, hay que recuperar esa enseñanza”, opina.
EXPRESO se contactó con la Asociación de Jueces y Magistrados del Ecuador, pero su equipo de comunicación indicó que no se pronunciaría sobre el tema. Asimismo, este medio intentó conversar con varios comandantes de la Policía Nacional, pero no hubo respuesta.
La sociedad necesita recuperar la participación de la familia en la educación de sus hijos y apoyar a los maestros de todos los niveles de educación. Hay que cambiar la malla curricular y devolver las asignaturas de Ética, Moral y Cívica.
Metástasis sigue su curso investigativo mientras su lista de involucrados crece: políticos y supuestos empresarios.
- Investigación que indaga una estructura criminal
La revelación al público sobre la investigación Metástasis inició con un megaoperativo el pasado 14 de diciembre, cuando la Fiscalía General del Estado encabezó 75 allanamientos en siete provincias del país: Santo Domingo, Chimborazo, Cotopaxi, Guayas, Pichincha, Manabí y Loja, en el que participaron 900 personas entre fiscales y policías.
Las detenciones e investigaciones, que continuaron con el pasar de los días, llegaron a 31 personas, entre las que constaba Wilman Terán, presidente del Consejo de la Judicatura, y Pablo Ramírez, el exdirector del servicio carcelario y de la Dirección Antidrogas de la Policía.
De acuerdo a la Fiscalía, la investigación inició en octubre de 2022 tras el asesinato en prisión de Leandro Norero, un narcotraficante que tenía a su servicio funcionarios de primer nivel en las instituciones del Estado.
Por mucho tiempo, como ciudadanos hemos dejado pasar las cosas y no nos hemos involucrado en mejorarlas.
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