Incendios en Quito: Vecinos de El Arenal vieron el infierno y la solidaridad
El incendio forestal puso en peligro las viviendas, pero los bomberos y los moradores lucharon por horas. La zona fue enfriada, pero aún hay riesgo
Priscila Chalem estuvo a punto de perder su casa debido a las lenguas de fuego que abrasaban parte del Cañón del Chiche, zona en donde reside. En este punto conocido como El Arenal, en el nororiente de Quito, fue agolpado por un incendio que se propagó rápidamente.
Sucedió durante la tarde y noche del 30 de agosto. “No les miento, las llamas medían al menos unos seis metros de altura”, detalló Chalem un día después del suceso.
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La residente pidió ayuda a través de redes sociales y más de 100 vecinos junto con los bomberos llegaron. Con tanqueros, baldes con agua, mangueras, tierra y con todas sus fuerzas lucharon por horas.
Chalem vio cómo sus vecinos vaciaban su piscina y algunos, por el calor del fogón, se metían con todo y ropa para enfriarse el cuerpo y seguir luchando contra las llamas.
El fuerte viento hizo que el fuego avanzara y con el riesgo de que llegara hasta las casas. Se controló el incendio pero tememos que se reactive en el día.
Washington Arce, jefe de la Unidad contra Incendios del Cuerpo de Bomberos de Quito, dijo que si bien el flagelo llegó hasta aquel punto, se hizo todo lo necesario para evitar que se propagara a los inmuebles.
Las llamas quedaron a dos metros de las casas. Así lo atestigua la vegetación convertida en una mancha negra y humeante, en la que ya no se oyen el trinar de los pájaros.
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“Este fue uno de los tres focos en la zona: en Itulcachi, El Arenal y en la parte baja del río Chiche, a la altura de Puembo, pero todo se logró controlar”, informó el oficial.
Para lograr la solidaridad, los vecinos usaron sus redes sociales para informar la situación. A las 18:00 se agruparon alrededor de una humilde casa de bloque y techo de zinc, ubicada al borde de la quebrada. Los moradores bajaban la ladera con bidones y baldes llenos de agua. Otros formaron cadenas humanas para transportar agua y otros más prestaron sus cubos industriales y sus camionetas o camiones para cargar hasta 1.000 litros del valioso líquido.
Las llamas se elevaban a más de cuatro metros. “Agua por favor. ¡Agua!”, gritaban los moradores. “Parecía el infierno”, indicó José Chaluisa.
El Cuerpo de Bomberos implementó un Centro de Mando en El Arenal, desde donde se monitorean los puntos críticos de la zona.
A las 06:30 del jueves, las llamas pudieron ser controladas. Aunque, hasta el cierre de esta edición, aún se realizaban labores de enfriamiento en el sector.
Se realizaron más de 30 descargas de agua con los helicópteros del Cuerpo de Bomberos y de la Policía Nacional.
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Debido a que el Cuerpo de Bomberos de Quito lleva trabajando desde el martes, de forma ininterrumpida, otros organismos de emergencia llegaron a Quito para colaborar.
Están las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) de Riobamba, Guaranda, Cayambe y Rumiñahui. Por parte del Estado, funcionarios del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica.
En la zona de Tumbaco, hasta el momento, han sido afectadas más de 300 hectáreas de bosque. Significa que el hábitat de especies como el gallinazo, la rana terrestre o el escarabajo blando han sido destruidas.
Debido a la gran cantidad de agua que necesitan los bomberos, este jueves 31 de agosto la Empresa de Agua de Quito informó que hubo un desabastecimiento en algunos barrios de Tumbaco y Puembo, en Quito. “La Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de Quito busca alternativas para abastecer a los domicilios y que los Bomberos continúan los trabajos en las zonas afectadas por el fuego”.
Hasta el reporte de las 15:30 se informó que ya no se veían llamas. Los moradores del sector también se informaron a través de sus chats y quedaron de acuerdo en “activarse” si las cenizas se avivasen cualquier conato de incendio. “Vimos mucha solidaridad. Jóvenes, niños y ancianos, hombres y mujeres, luchando contra las llamas durante toda la noche. A ellos quiero extender mi agradecimiento”, dijo Lorena Huilpi.
En otros incendios como los de Alchipichi, en Puembo, y la quebrada Guambi, en Tababela, los bomberos lograron controlar las llamas. Más de 200 uniformados siguen trabajando.
- 300 hectáreas de vegetación se han visto afectadas por el incendio que comenzó el martes.
El incendio vino rapidísimo y llegó lo más cerca a nuestras casas. Se lograron salvar las viviendas gracias a la ayuda de los vecinos y de los bomberos.
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