Vendedores informales, entre los que ganan con el juicio político a Lasso
Decenas de comerciantes ambulantes aprovecharon la oportunidad para ofrecer de todo un poco a los simpatizantes y detractores del primer mandatario
A propósito de la convocatoria masiva de personas que se dio en el exterior y alrededores de la Asamblea Nacional, de cara al juicio político contra el presidente de la República, Guillermo Lasso, los comerciantes también llegaron para abastecer con bebidas, banderas, chicles, cigarrillos y comida.
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Leer másJorge Moreira llegó a las 07:00, al parque El Arbolito, en el centro norte de Quito. Desde Sangolquí cargó en una maleta con casi 100 trompetas, elementos muy característicos de protestas, manifestaciones o partidos de fútbol.
Hasta las 11:00 ya había vendido 50 de estas, a dos dólares cada una. La clientela se concentró en este parque y en los alrededores de la Asamblea Nacional, foco de atención de la mañana del martes 16 de mayo.
Para Moreira, el juicio político fue un buen pretexto para ganar un buen dinero, en relación a días anteriores donde le cuesta más trabajo deshacerse de sus artículos. Pese a ello también dice conocer lo que está en juego tras los muros del edificio legislativo.
“El día fue bueno para el trabajo, pero sí me preocupa la situación del país. Guardo la esperanza que esto mejore, por el bien de todos y no solo de unos cuantos. Es necesario que los asambleístas dejen trabajar al presidente. Sería bueno que se vayan a sus casas para librarnos de tanto problema”, añadió.
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Leer másMás hacia el norte, sobre la avenida Patria, está Isabella Aimacaña, vendedora de snacks artesanales. Llegó a las 11:30, desde Monjas, en el centro de la capital.
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Leer másEntre sus manos empuñaba una canasta de plástico donde llevaba 25 fundas grandes con frituras de papas, yucas, chifles de sal y dulce. En 30 minutos contó que se deshizo de dos paquetes. Cada uno cuesta un dólar.
“Supe que había esto y dije que saldría a buscar suerte. Siquiera algo se ha de vender. Sobre lo que pasa allá dentro no sé mucho, pero lo único que sé pide es que nos dejen vivir en paz y trabajar”, dijo la mujer.
Cómo ellos, en otras esquinas de vereda, a mitad de los parques que están en la zona o deambulando entre la muchedumbre se apuestan otros vendedores de comida como papas con cuero, cuero frito con tostado, papas con pollo, granizados, jugo de coco.
Mientras tanto, en el interior de la Asamblea el juicio sigue su curso y la expectativa sobre la culminación de este hecho político se intensifica entre los ciudadanos.