La ventaja de la cuna de oro sobre el esfuerzo

Dos Champions League, dos Mundiales de Clubes, dos títulos de Supercopa de Europa y una Supercopa de España es mucho más de lo que ganarán otros entrenadores en toda su carrera. Sin embargo, en España critican a Zinedine Zidane porque no es capaz de sacar al Real Madrid de la crisis que inició hace dos meses.

Sus éxitos, en apenas tres años como técnico, no le han servido para ser considerado de la élite. Al contrario, apuntan esos títulos más a la calidad de su plantilla que a su capacidad como entrenador.

Zidane, después de todo, no ha tenido la posibilidad de dirigir un equipo chico. Su carrera nació en una cuna de oro.

Ahora es comparado con Bernhard Schuster. El alemán dirigió nueve equipos, pero solo con el Real Madrid alcanzó dos coronas, gracias al equipazo que tenía. Salió de la mayoría de clubes con menor presupuesto por malos resultados.

Dunga también tiene ese pendiente. No ha tenido la oportunidad de demostrar su capacidad al máximo porque solo ha dirigido a grandes: Internacional de Brasil y la selección de ese país.

Roberto Di Matteo solo pudo triunfar en el Chelsea. Incluso ganó la Champions League. En equipos modestos no pudo redondear una buena campaña.

Otros técnicos han tenido que acomodarse en equipos de relevancia mediana hasta meterse en la élite. Jürgen Klopp es un ejemplo. Con el Mainz 05 ganó una Bundesliga y se encargó de la reconstrucción de un Borussia Dortmund quebrado, hasta llevarlo al subtítulo de la Champions, a varios títulos locales y a una solvencia económica.

El argentino Diego Simeone es otro ejemplo de ascenso, siendo campeón de su país con Racing, pasando por grandes como Estudiantes, River Plate o pequeños como en Catania, hasta llegar a un Atlético de Madrid cercano al descenso, para llevarlo a finales europeas y al título español.

En ese camino está Mauricio Pochettino. Tras el Espanyol y el Southampton, está consiguiendo que el Tottenham sea protagonista.