Los versos y amorfinos se resisten a morir
Hasta hace pocos años al recorrer la Ruta del Spondylus hacia el norte de la provincia de Santa Elena, llegando al poblado de Libertador Bolívar, el sonido que producían las olas del mar al golpear la arena se confundía con un lejano tono de violín qu
Hasta hace pocos años al recorrer la Ruta del Spondylus hacia el norte de la provincia de Santa Elena, llegando al poblado de Libertador Bolívar, el sonido que producían las olas del mar al golpear la arena se confundía con un lejano tono de violín que hipnotizaba a los viajeros.
Todos los caminos en ese instante dirigían al visitante hacia el origen de esa melodía. Se trataba de la casa de Jerónimo Lainez, quien entonaba el violín y cantaba amorfinos con Maura Alejandro que se los respondía poética y satíricamente.
Estos adultos mayores, él de 88 años y ella de 81, ya no producen versos y amorfinos como antes, los años no pasan en vano. Ellos expresaban su amor al arte oral acompañados del viejo violín de Jerónimo en una forma de diálogo musicalizado entre ellos. Preocupados por la posibilidad del fin de una tradición que los identificó y cautivó, los moradores de Libertador Bolívar, con el presidente de la comuna a la cabeza, buscan nuevos talentos que tomen la posta en el canto de amorfinos y rimas populares, y pretenden que la costumbre no muera.
Los moradores se preocupan porque probablemente al callarse su voz, la vida en el pueblo no será la misma , no habrá la alegría que ellos proporcionaban con sus versos y amorfinos, posiblemente menos parejas se enamorarán y casarán, aseguran los moradores.
Al parecer ya se han encontrado algunos pobladores con características de los veteranos exponentes de la rima popular, con un perfil artístico similar al de la pareja. Estos son Eugenio Coronado y el yerno de Jerónimo, quien se distrae practicando y creando rimas tal como el suegro.
“Nosotros como comuna, no queremos que se pierda la tradición de los amorfineros, pretendemos enseñarle a la juventud lo que hacían nuestros ancestros, la vida avanza y es preferible que alguien retome el camino que ellos han recorrido”, dijo Luis Coronado, presidente de la comuna Libertador Bolívar.
Don Jerónimo aparece poco últimamente con su violín y sus versos, tanto por los años como por su enfermedad. Sin embargo en ocasiones especiales, como el Día de la Madre o del Padre, sale a recitar y cantar versos, acompañado de su viejo violín o una guitarra.
La temática que aborda esta pareja de poetas de ascendencia huancavilca, es el amor y la forma graciosa y pícara de hacerlo.
“Esto es uno de los atractivos culturales que tenemos en la comunidad, no todo es progreso en construcciones de cemento, es más importante el legado cultural de los pueblos y ellos son eso para nosotros”, dijo Coronado.
Maura en su localidad es quien recibe a las parejas luego de la ceremonia del matrimonio, al llegar los novios a la recepción, les declama una oración en forma de poesía, la misma o parecida a la que probablemente en épocas pasadas les recitó a los padres o inclusive abuelos de los recién casados.
Jerónimo conserva por más de 50 años su viejo violín, recuerda perfectamente las notas y se preocupa de afinarlo antes de comenzar a tocar, “no quisiera uno nuevo, llegaré a mis últimos días de vida con mi viejo instrumento”, dijo Lainez a EXPRESO. (F)