En un viaje de 10 minutos un grupo sicarios deja en el camino 2 muertos y 3 heridos
Un amanecer de terror vivió el bloque 22 de Flor de Bastión, en Guayaquil. Los sicarios ejecutaron cuatro ataques en un recorrido de nueve cuadras
Dolor e impotencia fue lo que sintió Silvana Suárez, la mañana del miércoles 30 de noviembre de 2022, al ver a su padre, Esteban Silvestre Suárez Figueroa, muerto, en medio de un charco de sangre y cubierto con un plástico de color lila.
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Leer másEmbargada de desconsuelo, la joven cruzó la cinta de seguridad puesta por policías e intentó acercarse hasta el lugar donde yacía el cuerpo inerte de su progenitor. Su suplicio, sus lágrimas y sus gritos estremecían a los curiosos que observaban la labor de los agentes de Criminalística en la escena donde, además de su papá, otras dos personas también fueron baleadas.
“Mi padre, Diosito, ¿por qué mi papá?, quiero abrazarlo, déjenme pasar, papito de mi corazón, ¿por qué te mataron”, gritaba la joven, mientras sus parientes trataban de calmarla y darle palabras de aliento. Finalmente, el pesar por el asesinato de su padre hizo que se desmayara. Sus familiares la reanimaron.
Mario, otro de los hijos de Esteban, reflejaba el mismo dolor que su hermana. Entre empujones a los policías, el chico se cruzó la cinta amarilla y trató de avanzar hasta el cadáver de su padre. Fue contenido por los agentes.
Suárez, de 42 años, es una de las cinco víctimas que dejó una balacera registrada la mañana del miércoles 30 en el bloque 22 de Flor de Bastión; este sector situado en el noroeste de la ciudad es conocido como La Ladrillera.
Dos cuadras antes, los asesinos, quienes se movilizaban en dos motocicletas, habían atacado a bala a dos personas que estaban afuera de una vulcanizadora. Uno de los afectados es el dueño del taller, José Manuel Yuquilema, él quedó herido; mientras que el vendedor de jugos, Carlos Joel Calderón Torres, quien estaba a su lado, por más que intentó escapar de sus verdugos, fue rematado a tiros dentro del establecimiento esquinero.
En su accionar criminal, que habría durado alrededor de 10 minutos, los motorizados también balearon un inmueble ubicado a cinco cuadras de donde cayó abatido el vendedor de mariscos.
Un policía salió a hacer compras y lo asesinaron
Leer másEl capitán Wilmer Carpio, jefe del circuito Flor de Bastión, informó que, al parecer, el ataque al vendedor de jugos se produjo por un tema relacionado con la lucha de territorio para el expendio de droga, ya que el occiso tenía antecedentes penales por microtráfico. Fue detenido en el 2019. “El dueño de la vulcanizadora es una víctima colateral, tiene una pierna”, afirmó.
Explicó que el crimen del comerciante de mariscos se produjo porque presuntamente había auxiliado a las personas que fueron baleadas la noche anterior, en este mismo sector de Guayaquil.
Este suceso se suscitó a las 19:00 del martes 29 de noviembre de 2022, dentro de una peluquería localizada en la cuadra de al frente de donde Suárez tenía su negocio. Tres personas fueron baleadas, un hombre que se hacía cortar el cabello murió, el dueño del local y otro cliente quedaron heridos.
Otra fuente policial reveló que de acuerdo al testimonio de familiares, Esteban, tras escuchar los disparos, cruzó la calle y corrió para auxiliar a los heridos. “Los ayudó a subir a un carro, probablemente su accionar no fue del agrado de quienes llegaron a matar a los que estaban en la peluquería.
El capitán Wilmer Carpio dijo que aún no se establece lo que habría provocado el ataque al domicilio ubicado junto a una escuela.
Narcisa Mina, la propietaria de la vivienda, dijo que ella y sus hijos venden empanadas afuera del establecimiento educativo y que se salvaron de ser alcanzados por un proyectil porque estaban trabajando.
“No había nadie en casa. Mis hijos estaban conmigo. Nos hemos salvado de milagro. No sé por qué balearon mi vivienda”, manifestó con preocupación la santodomingueña, quien tiene 10 años radicada en Guayaquil.