Victima de abusos deja la comision del Vaticano
Marie Collins, una destacada integrante de un grupo que aconsejaba al papa Francisco sobre cómo erradicar los abusos sexuales en la Iglesia católica, dimitió ayer frustrada por la “vergonzosa” resistencia del Vaticano.
Marie Collins, una destacada integrante de un grupo que aconsejaba al papa Francisco sobre cómo erradicar los abusos sexuales en la Iglesia católica, dimitió ayer frustrada por la “vergonzosa” resistencia del Vaticano.
La repentina partida de la irlandesa, la última sobreviviente de abusos clericales que seguía en la comisión, es un grave revés para el sumo pontífice, a quien se critica por no haber hecho suficiente a la hora de abordar este problema.
El trabajo de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, puesta en marcha por el papa en marzo de 2014, se ha ralentizado por las disputas internas. Collins culpó a la Curia vaticana por los “constantes contratiempos”.
“La falta de cooperación, particularmente desde los dicasterios que se ocupan más estrechamente de los casos de abusos, ha sido vergonzosa”, aseguró en un comunicado.
Marie Collins dijo que el papa tiene un “verdadero deseo” de solucionar el problema, pero después sostuvo ante el National Catholic Reporter que en sus tres años en la comisión nunca se le había permitido hablar con él y denunció a quienes lo rodean.
“Es desolador ver cómo en 2017 estos hombres todavía pueden anteponer otras inquietudes a la seguridad de los menores y los adultos vulnerables”, remarcó Collins, enumerando varios casos en los cuales considera que el trabajo de la comisión ha sido obstaculizado por responsables eclesiásticos.
La irlandesa, de 70 años, que vivió en carne propia abusos por parte de un cura cuando tenía 13 años, era una de las figuras esenciales de la reforma y del endurecimiento de las penas contra los sacerdotes que abusan sexualmente de menores.
El Vaticano comunicó que el papa Francisco había aceptado su dimisión “con un profundo aprecio de su trabajo en nombre de las víctimas y los supervivientes de abuso”.
En los últimos años han salido a la luz miles de casos de abusos sexuales y físicos de curas a jóvenes por todo el mundo, investigaciones que han animado a las víctimas que habían guardado silencio durante décadas a dar su testimonio.
Las organizaciones en apoyo a las víctimas han atacado repetidamente al Vaticano por su respuesta a esta crisis desde que estalló por primera vez en 2002 en Estados Unidos.
El año pasado, otra exvíctima de la comisión, el inglés Peter Saunders, renunció tras asegurar que se sentía traicionado por el papa Francisco y por una Iglesia que “no hace nada” de cara a la pedofilia.
A todo ello se suma la reciente noticia de que el papa “había reducido” en forma discreta y sin hacerlo público las sanciones a un grupo de clérigos pedófilos. El castigo apartaba del sacerdocio a los curas culpables y los condenaba a “una vida de penitencia y oración y a la prohibición de ejercer públicamente su ministerio” sacerdotal.