Unos maullidos resaltan entre el sonido de las ramas quebrándose y el crepitar de un bosque que humea. Los voluntarios logran escuchar y con cuidado buscan a los sobrevivientes: son gatos, cuyo instinto los llevó a esconderse en las casas deshabitadas del barrio Bolaños, uno de los más afectados por los incendios de Quito. 

La Fundación Lucky es una de las organizaciones civiles que ha brindado atención a la fauna que ha resultado damnificada. “Es un caos esto, es una cosa tan dolorosa”, indica una voluntaria, a través de un video colgado en redes sociales y en el que cuenta su experiencia. 

En el segundo día de incendios, los jóvenes rescataron a seis animales, entre gatos, perros y una oveja que presentaba quemaduras en las patas y en la panza; sus crías murieron en el incendio. “Estos gatitos están asfixiados por el humo, esto es terrible”, indicó. 

En el barrio Bolaños, en la casa de la familia Chávez también habían corrales de pollos y de cuyes. Todos murieron y sus cuerpos fueron enterrados este miércoles, completamente incinerados. 

La fauna silvestre también es víctima de la pérdida de su hábitat

Los animales silvestres que viven en las quebradas y cerros de la capital también son víctimas de estos incendios, que según las autoridades fueron provocados. Entre las especies que se han encontrado sin vida, hay ratones de campo, colibríes, zarigüeyas, armadillos, puercoespines, aves y reptiles pequeños.   

La Unidad de Bienestar Animal, de la Alcaldía de Quito, también atendió a perros que fueron rescatados de las casas. 

En el Parque Metropolitano de Quito también hay una población de llamas y de caballos que fueron evacuados, luego de que debido a las llamas corrieran en desbandada, la tarde del martes 24 de septiembre.

El Hospital de Fauna Silvestre de la Universidad San Francisco de Quito ha comenzado una campaña para brindar atención.

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