Los vigías socialcristianos: De servidor público a guardia del voto por coerción o apego
Empleados del Municipio de Guayaquil son instruidos por el partido para que hagan el control electoral de Cynthia Viteri. Algunos van por su estabilidad
“No importa quién vota, sino quién cuenta los votos”. La diapositiva tiene esa frase en letra azul y se muestra sobre fondo blanco en una pantalla. En la esquina inferior derecha, a manera de uniforme, el logotipo del Partido Social Cristiano resalta con las siglas de su nombre, PSC, y el tradicional número seis, en rojo. En la esquina superior izquierda, otro ícono, pequeño, reza: “elecciones seccionales y CPCCS 2023”.
Sábado 24 de noviembre de 2022, 16:00. Empleados del Municipio de Guayaquil miran las diapositivas desde las sillas del IMAX, en Malecón y Loja. Algunos asisten por el carácter obligatorio de la charla, mientras que otros no tienen reparos para el ‘control electoral, PSC y aliados’, como explicaba otra diapositiva. Antes de ellos, otros trabajadores del Cabildo ya asistieron el 22 y el 23 de noviembre, según un listado al que accedió EXPRESO.
"No importa quién vota, sino quién cuenta los votos"EXPRESO accedió a información de una charla con lista y firma de asistencia, a la que los funcionarios del Municipio de Guayaquil fueron convocados para el control electoral de la candidata Cynthia Viteri.
La figura de Cynthia se extiende sin arrancar la campaña electoral
Leer másEn la reunión, una expositora, empleada municipal, les da la noticia: “Seremos todos delegados de control electoral. Debemos prepararnos para cuidar los votos”, se oye en el audio de más de cuarenta minutos de la reunión al que accedió este medio. “Deben estar presentes durante toda la jornada electoral y tienen que llegar temprano, a las 06:00. Necesitamos la primera copia del escrutinio para poder hacer los reclamos pertinentes, de ser necesario”, sigue su ponencia. Otro expositor, también empleado municipal, les precisa que aunque tienen la potestad de tener tiempo para votar o comer, “eso no les da el derecho de no regresar a su junta receptora de voto”, algo que a uno de los informantes de este Diario le parece una completa arbitrariedad.
Explica el otro expositor la logística de ese día: “Cada director de área estará con su personal en los recintos asignados. Si no les toca votar cerca, no hay problema. Tendrán un viático de $ 30 para poder movilizarse o almorzar”.
EXPRESO ha consultado con el Municipio de Guayaquil con qué atribuciones llama a sus empleados un sábado, los hace participar de una capacitación para las seccionales y les notifica sin preguntar que “tienen que asistir” a vigilar los votos de la alcaldesa, a la que en esa reunión se llama “nuestra candidata”.
Al respecto, la entidad niega haber convocado alguna reunión, pero acepta que “pudo haberse desarrollado una reunión de control electoral con voluntarios fuera de horarios de oficina” y que aquello “no lo prohíbe la ley”. Es decisión personal, dice. “Nada impide a un servidor público fuera de su horario de trabajo (y a través de licencia sin sueldo) cumplir con una actividad vinculada al civismo”. No contesta, sin embargo, de dónde saldrá esa remuneración de $ 30 prometida para que vayan de guardianes electorales.
Proceso del conteoUno de los encargados de la preparación de los guardias del voto habla sobre el proceso al que se someterán.
Los informantes de este medio, empleados municipales todos, en cambio, señalan haber sido notificados y muestran la lista en captura. “Nos tomaron asistencia y no es la primera vez, para las elecciones presidenciales de 2021 también los movilizaron. Tuvimos que ir, como ahora, porque sino, le ponen el ojo a uno”, cuenta uno de ellos.
El fracaso de la aerovía, en la puerta del arbitraje internacional
Leer másManuel Macías, director del Observatorio de Políticas Públicas de Guayaquil, cree que el valerse del personal municipal para los diferentes escenarios electorales no es una práctica ética, aunque es relativamente común en la política. “Es un tipo de abuso de poder y una relación clientelar. Generan presión. Implícitamente ponen a prueba la lealtad ante la institución y de ello depende la continuidad del contrato”, dice.
El asesor en temas de planificación y política pública Luis Alfonso Saltos coincide. “Las entidades públicas se han convertido en bastión de los partidos políticos”.
Termina la cita del 24 de noviembre. El expositor entusiasta explica con la camiseta puesta al personal que “no importa quién vota, sino quién cuenta los votos”. “Si no gana nuestra candidata, quizás perdamos nuestro trabajo en el siguiente período”. Ante esa advertencia, ¿quién puede negarse?
En campaña por la esposa de Narváez
El alcalde de Durán, Dalton Narváez, admitió a EXPRESO que hay personal del Municipio en campañas y caravanas a favor de su esposa Lissette Burbano, que busca una concejalía en el Cabildo por el movimiento CREO. Aunque la mayoría de voces no se atreve a dar su nombre, este Diario accedió a algunas fotos de recorridos con personal del GAD. “Debe ser algún desleal e ingrato al que le hemos dado trabajo (...). No entiendo por qué tanta polémica”, dijo Narváez.