Vilcabamba inicia su recuperación tras un devastador incendio

Hace apenas unas semanas, un incendio forestal consumió 3.796 hectáreas de vegetación en San Pedro de Vilcabamba, en Loja, afectando áreas productivas y 1.900 hectáreas del Parque Nacional Podocarpus, un tesoro de biodiversidad en el sur de Ecuador. Aunque no hubo víctimas mortales, los daños a los ecosistemas y a la economía local fueron significativos.

Gracias al trabajo coordinado de bomberos, voluntarios y helicópteros de Perú e Italia, que se sumaron a la lucha de combatir el incendio, este fue controlado. Ahora, autoridades y comunidades han puesto en marcha un plan integral de recuperación que incluye reforestación estratégica ambiental y de especies nativas, y apoyo a los agricultores afectados.

El Gobierno Parroquial de San Pedro de Vilcabamba, liderado por Jimmy Toledo, junto con la Prefectura de Loja, ha diseñado un programa para reforestar las áreas afectadas con especies nativas como alisos y nogales. Estos árboles, según han dicho los especialistas, son esenciales para recuperar las cuencas hídricas y garantizar la sostenibilidad del ecosistema.

Las labores de reforestación comenzarán entre febrero y marzo de 2025, aprovechando la temporada de lluvias. El plan contempla dos etapas: en zonas de difícil acceso, se utilizarán drones para dispersar semillas, mientras que en áreas más accesibles se plantarán plántulas con el apoyo de comuneros, voluntarios y fuerzas armadas.

Antes de iniciar las actividades, los días 18 y 19 de diciembre se realizaron recorridos en zonas clave, como los cerros Toronche, Colanuma y La Winuma, para evaluar los daños y priorizar acciones. Las autoridades han subrayado la importancia de evitar la introducción de especies no nativas y han solicitado apoyo logístico para llevar plantas a los sectores más altos.

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Los impactos que tuvo el incendio y las soluciones

El impacto económico del incendio fue considerable, afectando especialmente a los agricultores que dependían de cultivos como café, frutales y pastizales. En respuesta, el Gobierno Parroquial ha iniciado un plan de reactivación económica, en coordinación con el Municipio de Loja y empresas privadas.

Las primeras medidas incluyen la entrega de insumos agrícolas, como mangueras y alambres, para facilitar la recuperación de las actividades productivas. Además, se está levantando un censo de cultivos dañados para diseñar estrategias más efectivas.

Colectivos ambientalistas y comuneros también han participado activamente, apoyando con alimentos para la fauna silvestre y sumándose a las labores de reforestación y de orientación técnica.

Para ciudadanos como Claudia Cevallos y Lucas Molina, habitantes de Loja que visitan con frecuencia Vilcabamba, resulta más que necesario que se priorice las medidas de prevención en el lugar ahora afectado. “Parte de nuestro tesoro natural quedó destruido y con él, el riesgo a perder parte de nuestra identidad estuvo y está en juego. Urge, por lo tanto, que lo anunciado se cumpla. La ciudadanía está presta a hacer lo que sea necesario para proteger nuestro territorio, y con él su fauna, su flora, su gente”, señaló Molina. 

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