Villavicencio se cae para arriba
Instantáneas legislativas. Si el presidente de la Comisión de Fiscalización no existiera, los asambleístas que inventarlo. Todo en la sede legislativa parece girar en torno al que tiene los documentos.
1. Uno de los carros era para doña bella
Ahora se sabe con exactitud que dos de los cuatro carros de los que tanto se habla en la Asamblea Nacional eran para Guadalupe Llori, la presidenta. ¿Uno para su uso personal y otro para sus escoltas? ¿Uno para ella y otro para su equipo de asesores? ¿Ambos para ella? El tercero era para el vicepresidente Virgilio Saquicela. El último, para alguien que se lo merece como pocos: Bella Jiménez, la vicepresidenta segunda acusada de cobrar sobornos a cambio de tramitar cargos públicos.
Para comprar esos cuatro carros había que reformar el presupuesto de la Asamblea Nacional e incluir una partida de 210 mil dólares. El director de Planificación, Diego Almeida, que también es secretario ejecutivo de la Izquierda Democrática, había hecho ya la petición respectiva. Hubo cruce de comunicados entre su despacho y la Dirección Administrativa, entre ésta y la Dirección Financiera… El trámite tenía nombre propio: “Proceso de adquisición de 4 vehículos para la movilización de las máximas autoridades de la Asamblea nacional (2 para Presidencia, 2 para Vicepresidencias)”. Así consta en todos los documentos.
Hay un reguero de papeles que prueban que el trámite estaba en marcha, pero la presidenta Llori, irreductible al bochorno, se empeña en negarlo, sin advertir que de esta forma incrementa la sospecha hasta lo insospechable. Incluso movilizó a los directores de las áreas administrativa y financiera para que mientan con ella en rueda de prensa, mandó a producir un video sobre el parque automotor de la Asamblea para respaldar sus dichos y acusa a Fernando Villavicencio de difamarla. ¿Por qué? Villavicencio ya no dice nada. Nomás saca un documento nuevo tras otro, uno tras otro...
El asambleísta que sabe demasiado
Leer más2. Villavicencio en el ombligo del mundo
En el Pleno de la Asamblea, el coordinador de la bancada de Izquierda Democrática, Alejandro Jaramillo, se complace hablando pestes de Fernando Villavicencio, aunque después prefiera evitarlo cuando lo ve venir por los pasillos de la sede legislativa.
En el Comité de Ética, la vicepresidenta segunda Bella Jiménez se convierte en objeto de investigación luego de ser aceptada a trámite la denuncia en su contra que presentó precisamente el coordinador de la bancada de Izquierda Democrática, Alejandro Jaramillo, sobre la base de una investigación periodística y una denuncia ante la Fiscalía. ¿De quién? De Fernando Villavicencio.
En el Consejo de Administración Legislativa (CAL), el asambleísta de Pachakutik Ricardo Vanegas, accionista de Sefiem, una de las empresas integrantes del consorcio Oro Negro, vinculada al caso Las Torres, presenta una queja contra Fernando Villavicencio por haberlo acusado de ser accionista de Sefiem, una de las empresas integrantes del consorcio Oro Negro, vinculada al caso Las Torres. Cinco miembros del CAL votan a favor de iniciar un proceso administrativo contra Villavicencio, entre ellos la presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori, y la segunda vicepresidenta Bella Jiménez: la primera, cuestionada por empeñarse en comprar carros en épocas de vacas flacas; la segunda, acusada por cobrar sobornos para tramitar cargos púbicos. Ambos casos, construidos sobre una batería de pruebas aportadas por... Exacto, Fernando Villavicencio.
Mientras tanto, en la Comisión de Fiscalización, el asambleísta de Pachakutik Ricardo Vanegas, uno de los interpelantes en el juicio político contra el defensor del Pueblo, Freddy Carrión, tiene dificultades para interrogar a un testigo porque el abogado y la esposa del acusado tratan de boicotear la sesión a grito pelado. En medio del caos, no tiene otra opción que cobijarse bajo las alas de aquel a quien acusó ante el CAL: su enemigo el presidente de la Comisión, Fernando Villavicencio.
La Asamblea se pronuncia sobre la situación de Bella Jiménez, tras denuncias de corrupción
Leer más3. Cargamontón al que tiene los papeles
Villavicencio se declara en rebeldía. Dice no estar dispuesto a que personas que él denunció se conviertan en sus juzgadores. Se refiere a Bella Jiménez, que no ha tenido la delicadeza de excusarse de participar en el CAL hasta que el Comité de Ética resuelva su destino, y a la propia presidenta Llori. Hasta el momento, cada vez que sus enemigos le han puesto el pie, el presidente de la Comisión de Fiscalización se ha caído para arriba. Así están las cosas en una Asamblea donde las denuncias por corrupción parecen no haber hecho otra cosa que comenzar y donde una treintena de legisladores, de la presidenta para abajo, tienen glosas de Contraloría, que reposan en la Comisión de Fiscalización: todo gira alrededor del que tiene los documentos. Si se lo piensa bien, era inevitable.
Fernando Villavicencio se declara en "rebeldía" ante inicio de proceso disciplinario
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