La visibilidad es un arma contra la violencia política de género
El episodio contra la concejal Luz Elena Coloma es el más reciente caso y público de violencia de este tipo. El endurecimiento legal de la sanción por esta infracción está por cumplir dos años de vigencia
Casi dos años desde su aprobación y entrada en vigencia de sus más recientes reformas. El Código de la Democracia, a lo largo de su existencia, ha sufrido varias modificaciones, entre otros aspectos, para cerrar brechas de género en la participación. Una de ellas fue el endurecimiento de las sanciones por la infracción de violencia política de género.
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Leer másCasos como el del legislador Diego Ordóñez, o como el más reciente del concejal de Quito, Luis Reina, quien en una sesión del Concejo Metropolitano dijo “era de darle duro a la Coloma”, refiriéndose a la edil Luz Elena Coloma son solo algunos recientes. Estos llevan a plantearse si el endurecimiento de la legislación han marcado un antes y un después en el camino a reducir estos bochornosos episodios que salpican a la política nacional y local.
Al trasladar esta duda a una de las afectadas, la concejal Coloma considera que no ha sentido muchos cambios en este aspecto en particular dentro del círculo de quienes ejercer la política a casi cumplirse, este 3 de febrero, los dos años de entrada en vigencia de las reformas al Código. Lo que sí ha sentido es un mayor y más ferviente rechazo de la sociedad cuando suceden estos episodios. “Sí hay (un cambio) en la sociedad, en la opinión pública de un rechazo que se expresa al momento y eso sí nos da una relación de la temperatura que esto despierta, pero no sé si en el quehacer político como tal esté provocando una gran diferencia”, comenta la concejal.
La violencia a las mujeres tiene un contenido que no tiene hacia los hombres y que se expresa sobre todo en las redes sociales.
A decir de Ruth Hidalgo, directora ejecutiva de la Corporación Participación Ciudadana, es algo prematuro evaluar la efectividad de esta reforma legal. Cinco años después de su entrada en vigencia es un tiempo prudencial para levantar estadísticas y empezar a sentir que los cambios calen en la sociedad. Si bien reconoce que cada vez es más evidente que la violencia política en contra de las mujeres existe, también destaca -al igual que Coloma- esa visibilización. “Creo que vamos caminando hacia el reconocimiento de que la violencia política es un problema. Al reconocimiento social que normalizar la violencia política hace daño a la democracia y vulnera los derechos de las mujeres y hacia una modificación de la cultura social y política. Ojalá que en determinado momento no soportemos ningún tipo de actuación como la que sufrió Luz Elena Coloma”.
Estamos convencidos que todavía hace falta mucho que hacer. Esta es una ley recién implementada.
Es un anhelo con un largo camino por recorrer, al menos así lo revelan las cifras. Participación Ciudadana en su reciente monitoreo sobre la violencia política de género en la red social Twitter recoge 9.439 tuits violentos en contra de mujeres, cifra que representa una ligera disminución con respecto al reporte anterior (ver gráfico). Comentarios que cosifican a la mujer son los más frecuentes en esta red social.
Hidalgo explica que dependiendo de los meses y de las temporadas electorales existe un repunte de estos tuits, pero más allá de eso considera que hace falta que los órganos competentes sancionen de mejor manera este fenómeno. EXPRESO solicitó una entrevista e información al Tribunal Contencioso Electoral, ente llamado a sancionar estas infracciones previa denuncia, que será concedida en esta semana que viene.
Comentario de concejal en plena sesión del Concejo Metropolitano de Quito causa indignación
Leer másColoma no ha pensado en presentar una denuncia ya sea en el marco del Código de Ética que rige dentro del Concejo Metropolitano o en el del Código de la Democracia. No quiere hacer de este un tema personal, de protagonismo o victimización, reconoció a EXPRESO. “Ya estamos en un tiempo delicado para la ciudad que ha pasado por tanto trauma y bronca. Y estamos entrando a un año preelectoral en el que todo se pone más delicado”, explicó la concejal, quien considera que la condena pública y la protesta son suficiente escarnio.
Sin embargo, al consultarle si este episodio condiciona su continuidad en la participación política, la edil reconoció que puede condicionarla. “Es uno de los elementos que siempre me han hecho que diga ‘para qué me amargo la vida y aguantar esto’. Antes me afectaba mucho más y he aprendido a hacerme más fuerte y sí me cuestiona. Creo que esto fue un pálido reflejo de lo que será una campaña política y con el correísmo ávido de tomarse la Alcaldía de Quito, me imagino cómo será una campaña y eso sí me preocupa”, concluye.