Visita a las minas ilegales de Zaruma

Acceder a una galería de una mina ilegal del subsuelo de Zaruma puede tomar hasta cuatro horas. Es una caminata en medio de lodo, agua y oscuridad donde, de tramo en tramo, se hallan cráteres y túneles en todas las direcciones.

En exclusiva, las Fuerzas Armadas permiten el acceso a una zona de sableros, los mineros señalados como los responsables de que el casco urbano de este cantón orense sufra socavones que tienen a un barrio de más de 50 viviendas desalojado desde el 15 de diciembre.

Es una zona hostil. Se llega en viaje de camioneta y toma alrededor de media hora desde el centro de Zaruma. Hay caminos de tierra montaña arriba y casonas que son identificadas con la minería.

Cada tanto, por lapsos de diez y quince minutos, suenan camionetas, motocicletas y balas. Balas, porque el Ejército está en la zona y los que trabajan al margen de la ley quieren despistar. Cuenta un cabo que hace vigilia como francotirador.

En este recorrido se realiza el reconocimiento de una mina que, de acuerdo a Francisco Aguirre, comisario nacional de Policía de Zaruma, fue cerrada como medida de remediación cuando se delimitó la zona de exclusión de explosión minera a 177 hectáreas, una disposición que hoy el mundo conoce que solo quedó en papeles.

La bocamina conecta con una suerte de cascada hedionda. No hay nadie dentro, pero se presume que hace no muchas horas hubo actividad, pues a escasos diez metros de la entrada, sacos de yute están arrimados a una de las paredes. “Es lo que se utiliza para retirar el material desde aquí”, explica un uniformado.

A diferencia de una mina legal, aquí se pierde el camino en áreas rocosas y hay huecos de algo más de 60 centímetros de diámetro que conectan con túneles hacia la superficie, que tienen hasta 2 metros de altura. “Se sabe ya que van directo a casas de Zaruma donde se hallaron chimeneas”, explica un efectivo del área de operaciones de las Fuerzas Armadas.

Las chimeneas, cuentan, son canales que conectan directamente a las viviendas del casco central de Zaruma, como José Victoriano Ochoa, coordinador de la veeduría ‘Un Zaruma para todos’, lo había adelantado a este Diario, tras sus investigaciones como líder comunitario.

En noviembre pasado, efectivos decomisaron al menos 26 sacos de material aurífero y masillas de explosivos en envoltura roja en otra zona cercana al casco central, en sendos operativos. En esa ocasión también se hallaron chimeneas. “Están por todos lados”, dicen.

Ya en 2019, las autoridades de control, en un megaoperativo interinstitucional, habían hallado chimeneas ilegales en los sectores de Pacchapamba Alta y Baja, Tres Reyes, La Chonta, La Raíz, El Carmelo, L 1/3, 447 Alta Mina y La Ponderosa.

En esa ocasión, la entonces ministra de Gobierno, María Paula Romo, señaló que la minería ilegal “no solo implica extracción no autorizada de minerales, sino el uso de explosivos, asociaciones ilícitas y tenencia de armas”.

Este diciembre, los nombres de bandas delictivas ya suenan en las calles de Zaruma vinculadas a la minería y hay autoridades que confirman a este medio que existe una investigación que está tras los pasos de “grupos relacionados con el narcotráfico que han entrado a manejar la extracción minera”.

Dentro de las minas, los canales a la superficie son reconocidos por los miembros de la milicia por rocas azuladas, rodeadas de cuarzo y que tienen un brillo tipo escarcha. En el recorrido se hallaron varias. “Se conocen como betas. Cuando los mineros las hallan, siguen la pista y empiezan las excavaciones. Estos lugares son claves para los extractores, pues los conducen adonde deben sacar material para procesar el oro”, explica un efectivo.

Alrededor de las paredes de este túnel se encuentran perforaciones circulares. Los técnicos que guían el recorrido explican que se trata de orificios para colocar dinamita. “Son perforaciones hechas con taladro para avanzar al casco urbano tras romper la roca”, narra uno de ellos. Todos están armados. Antes de entrar, dejaron una cuadrilla que vigila el acceso en la bocamina. Además, ofrecen declaraciones en este recorrido bajo condición de anonimato, por seguridad.

Al recorrido fue personal de la Jefatura Política y trabajadores de Riesgos. Todos en camionetas, resguardados por militares. El coronel Gonzalo Reyes, comandante de la Brigada del Ejército en El Oro, ha explicado a este Diario que operativos como este se realizan siempre en coordinación de la autoridad que tiene la competencia de regular la minería.

El recorrido de ayer duró media tarde y finalizó con el hallazgo de herramientas. La minería ilegal no ha parado, los socavones tampoco.