
“Los votantes de Rafael Correa y Daniel Noboa se parecen”: Carlos Larrea
El investigador estudia el comportamiento de los electores, según parroquia y condición socioeconómica
Desde la primera vuelta del 2006, cuando Álvaro Noboa y Rafael Correa pasaron al balotaje, Carlos Larrea estudia lo que llama ‘la geografía del voto’. Analiza el comportamiento electoral por parroquia, separando a los sufragantes por sexo y tomando en cuenta los factores socioeconómicos. Ha integrado a su base de datos la información desde el 2002, con lo que espera publicar el Atlas Electoral Ecuatoriano del siglo XXI.
¿Cuál es su primera conclusión en este análisis geográfico y social que hace del voto?
Que los factores geográficos y sociales explican los resultados, más que la campaña. En la historia política del Ecuador, por lo menos desde 1948, el voto ha tenido una configuración regional definida.
¿Ejemplos?
Hemos tenido partidos y candidatos con base en la Costa, el caso del bucaramismo; y en la Sierra, Rodrigo Borja, por la Izquierda Democrática, en sus años de auge. La votación ha estado muy definida por cortes regionales. La Amazonía, por tener poca población, no ha sido determinante.
¿Y qué pasó en las últimas elecciones?
Esta diferenciación regional, que en parte se ha desdibujado, sigue siendo fundamental. Pero también hay que tomar en cuenta el factor socioeconómico. Ningún candidato logra ganar con el apoyo de un solo sector. Daniel Noboa no habría podido obtener más del 55 % de la votación únicamente con los sectores más altos de sociedad. Andrea González no logró, en primera vuelta, el respaldo de sectores populares, por ejemplo.
¿Quién votó por Noboa?
Él es un candidato costeño, cuya familia está en el sector bananero y exportador, es la más o una de las más ricas. Su padre, Álvaro Noboa, siempre obtuvo una votación fuerte en Manabí. En cambio, Daniel ganó con el apoyo mayoritario de ciudades más grandes, sobre todo en la Sierra, en la Sierra Central, buena parte de la Amazonía; su voto es predominantemente urbano. Y en segunda vuelta logró ganar no solo en Guayaquil, sino en Guayas, también en El Oro y Santo Domingo, provincia de transición entre Sierra y Costa. El grueso de su base social es población popular serrana.
Carlos Larrea
¿Cómo entender que logró el apoyo de los sectores altos y también populares?
Es interesante: los sectores más pudientes le iban a apoyar de modo natural, masivamente; los magnates apuestan por un magnate. Quien tiene poder económico quiere mantenerlo. Pero además, Noboa logró el voto de los más pobres de la Sierra. Su comunicación a través de redes sociales jugó un papel importante. Seguramente su inversión fue mayor que la de Luisa. Aunque no hizo ofertas específicas, según las necesidades de cada localidad. Otra hipótesis es que hubo gran cantidad de bonos y ofertas económicas.
¿Un buen candidato necesita carisma o ya no?
Hemos escogido a presidentes con gran capacidad oratoria, como Velasco Ibarra. Es indiscutible la capacidad de Rafael Correa, recuerde que tuvo a la población por 10 años sintonizada a sus sabatinas, inclusive. Noboa es la excepción: no le he oído hablar más de 10 minutos. No se dirige a las masas de forma efectiva, pero en redes su mensaje decía que debemos tener esperanza, que salvará (al país) de la violencia, la corrupción y que generará empleo. Obvio, se contradice con sus resultados, (con un) crecimiento económico negativo de dos puntos, gravísimo.
Entonces, ¿qué pasó?
Transmitió esperanza. La figura de Luisa ya no pegó, la gente dejó de creerle a su movimiento. Su mensaje era básicamente que Noboa es un mentiroso.
En lo socioeconómico, ¿cómo es el votante de Noboa?
Un votante poco politizado, susceptible al discurso en redes y con experiencia negativa frente a la RC (Revolución Ciudadana). En el caso del voto indígena de la Sierra, no es un misterio que se dividieron. Luisa tuvo respaldo en el páramo, en la altura; la Confeniae abiertamente apoyó a Noboa, a excepción de Sucumbíos.
¿Y el votante de la RC?
Es de Manabí, en la Costa; de la Amazonía norte, Sucumbíos. Más allá de lo geográfico, es de los sectores empobrecidos, no los más pobres. Por ejemplo, es un pescador que tiene mejores condiciones de vida que un indígena de la Sierra o dueño de un pequeño local turístico en la playa, también un asalariado agrícola de Babahoyo. Ellos perciben a Noboa como un magnate, rechazado por trabajadores. En Los Ríos, en donde tenía sus plantaciones, Álvaro no ganó.
¿Qué se puede decir sobre la votación de Daniel Noboa en 2025 y la de Correa en 2006?
El voto de Rafael Correa, en el 2006, en términos de apoyo social, es muy parecido al que acaba de recibir Daniel Noboa. Ambos son predominantemente urbanos y serranos, son débiles en la Costa. Recuerde que Correa se enfrentó a Álvaro, que tenía el apoyo de la Costa. Su base estuvo en sectores medios y altos de las ciudades, que ahora apoyaron a Daniel Noboa. También los sectores populares, muy pobres de la Sierra. Son casi 20 años de diferencia, hay otras circunstancias políticas, pero es una muestra de que existen patrones que se pueden repetir.
Correa y Daniel Noboa son muy diferentes. ¿Cómo pudieron interesar a los mismos sectores?
En general, el pueblo vota por el futuro. Noboa no es buen orador ni buen candidato, pero luce como una persona joven, con tendencias autoritarias, que para muchos muestra que es capaz de tomar decisiones fuertes, así sean difíciles. Piensan: ‘es dinámico, bien preparado y con plata; nos va a salvar’. Su mensaje de esperanza caló.
¿Y en el año 2006 por qué ganó Correa?
Terminaba una época de inestabilidad, gobiernos que cayeron como el de Mahuad; de transición, de Alarcón y de Palacios. Se desintegraron los partidos y Correa, un profesor de la USFQ, con la elocuencia que le caracteriza, se inventó la propuesta de “terminar con la partidocracia”, encarnó la esperanza de volver a la estabilidad. Ahora queda el recuerdo más bien ambiguo del correísmo. El escándalo de Glas les ha hecho enorme daño: un vicepresidente destituido y encarcelado...
En otro tema, ¿el ecuatoriano no vota por mujeres, como dice Correa a su buró?
En las dos vueltas, Noboa alcanzó mayor apoyo de las mujeres. Y Luisa, de los hombres. Pero el discurso de ella no fue feminista sino conservador, religioso. Correa pudo escoger a una candidata con capacidad de análisis y una popularidad basada en sus obras, como Paola Pabón, y una que simplemente le obedezca. La RC no tuvo primarias, en el sentido estricto. Fue el miedo a una traición como la de Moreno. Una persona con autonomía de pensamiento no seguiría sus instrucciones. Pero las personas incondicionales no tienen lustre.
¿Quién es Carlos Larrea?
Director de Ambiente y Sustentabilidad de la Universidad Andina. Máster en Ciencias Sociales y doctor en Economía Política. Investigador en temas de pobreza.
Para Carlos Larrea, las elecciones son un test que rinde el país cada dos o cuatro años. Por lo que destaca que requieren ser analizadas, para aprender de los resultados. En estos últimos comicios “hay un patrón que se repite, en cuanto al tipo de votante de Correa del 2006”.
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