El voto electrónico se cae de la planificación de las elecciones seccionales
El costo se convirtió en un problema en el CNE. La desconfianza de los partidos es el otro escollo. Los pilotajes se hacen desde hace 18 años
Es el primer desencuentro electoral. El alto costo de implementación y la desconfianza que genera entre los actores políticos mantiene a la prueba piloto del voto electrónico, en tres localidades del país, con un pie afuera de la planificación de las elecciones seccionales de febrero de 2023.
El primer escollo es su precio. La propuesta es aplicar este mecanismo de sufragio en Azuay, Cañar, y Samborondón en Guayas. El ejercicio fue presupuestado en seis millones de dólares y esto activó alarmas. La consejera electoral Elena Nájera considera que “el Estado no está para hacer gastos innecesarios en este sentido”.
El vicepresidente del CNE, Enrique Pita, defiende la idea. Dice que hay estudios técnicos que demuestran que el voto electrónico es más barato que el sufragio tradicional. “Según un ejercicio que hicimos, el voto electrónico termina costando $ 7,36 por elector y el manual $ 8,25”, aseguró el funcionario.
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Leer más¿Por qué la prueba piloto resulta tan costosa? El exfuncionario y actual consultor electoral, Diego Tello, le dijo a EXPRESO que lo realmente costoso es adquirir los equipos, si esa es la idea del CNE. “Obviamente es una inversión a mediano y largo plazo porque una urna electrónica se la puede ocupar en varios procesos electorales como ocurre en Brasil o en Salta (Argentina)”, señaló.
Pita asegura que su interés no es otro que llevar al organismo electoral hacia la innovación y dice que ni siquiera se puede hablar de empresas que estén detrás del proyecto porque la propuesta no está en ejecución y lo más probable es que, la semana entrante, sea retirada de las directrices de las elecciones de 2023.
El otro obstáculo es la postura histórica de partidos y movimientos políticos que, en dos ocasiones anteriores, han mostrado su rechazo a la implementación de este tipo de sufragio. “Las organizaciones políticas, la sociedad ecuatoriana no confían en estos sistemas como para hacer un voto telemático o electrónico”, dijo la consejera Esthela Acero.
En 2020, previo a las elecciones presidenciales, y en plena pandemia por la COVID-19, los dirigentes políticos se pronunciaron a favor de la votación presencial en lugar de la electrónica.
Tello recordó que este no sería el primer piloto que se hace en el país de este tipo de votación y que hay mecanismo de auditoría y trazabilidad para garantizar y controlar la votación. “Las organizaciones políticas deben ponerse a la par de este tipo de sistemas que en el futuro cercano se impondrán. El mayor problema, por ahora, es el presupuestario”, dijo.
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Leer másReincidencia
En 2004 fue la primera vez que en el país se hizo una prueba de voto electrónico. Fue para las elecciones seccionales y se aplicó en parroquias pequeñas de la región amazónica. En las elecciones locales de 2014 también se usó este sistema de sufragio en Santo Domingo de los Tsáchilas y Azuay.
Resultados
De acuerdo a los registros del CNE, el piloto de 2014 permitió contar con un escrutinio, transmisión y emisión de resultados más ágil. A la vez que se redujeron los reclamos a nivel administrativo y de justicia electoral. El CNE anunció que su uso era irreversible, pero no tuvo continuidad.
Alternativas
Según Tello, no hace falta que el organismo electoral haga una inversión tan alta en esta ocasión y podría acudir al alquiler o convenio con países como Brasil, Argentina o Paraguay, que tienen estos sistemas en algunas localidades. Esto ya ha sucedido en otras ocasiones que el país ha probado el voto electrónico.