Vuelven los lunes con los Granaderos de Tarqui
El relevo de guardia era parte de las tradiciones del centro. A partir del próximo mes se planifica retomar las ceremonias, para incentivar el turismo
Entrenamiento de tiro cada tres meses en grupos de 25. Entrenamiento protocolario y deportivo a caballo.
Es que la defensa del Complejo Presidencial del Palacio de Carondelet y de las residencias del presidente y vicepresidente exige la preparación constante de los Granaderos de Tarqui, el Grupo Escolta Presidencial, parte de la Casa Militar, señala su comandante Carlos Vela.
La de los Granaderos es una unidad especial de Caballería del Ejército que está a cargo de la guardia de honor de la Presidencia de la República y forma parte de las cuatro que integran la Casa Militar en Carondelet.
Es martes. Un día frío y nublado. El bus blanco de los Granaderos atraviesa con dificultad unos tres kilómetros de un camino empedrado en el nororiente de Quito. Se dirigen al polígono de tiro del Grupo Especial de Operaciones (GEO).
Todos lucen el uniforme de camuflaje, chalecos antibalas, botas y sus fusiles HK. Forman dos filas. Reciben indicaciones del instructor. Lo primero es cumplir con las medidas de bioseguridad alusivas a la época de pandemia.
El área de tiro seco tiene distancias de 75, 50, 25 y 10 metros de los blancos a los que tratarán de acertar. El arma tiene que estar sin la alimentadora y con seguro. Hay que verificar siempre que en el fusil no haya municiones, dice el instructor.
No está de más recordarles a los militares que no deben jugar con el arma, tampoco arrojar municiones al fuego, ni apuntar con ella si no van a disparar, además de portar siempre protección visual y auditiva. Con esa y otras recomendaciones inician las prácticas, que durarán varias horas.
Es que en caso de convulsión social o amenaza grave, los Granaderos deben resguardar la seguridad de la casa presidencial para evitar incidentes como el de la ‘guerra de las funerarias’, que el 1 de septiembre de 1975 le costó la vida a 25 personas y dejó heridas a 53, entre civiles y militares.
Ocurrió durante la dictadura militar. El coronel Vela recuerda que ese 1 de septiembre hubo un ataque de las tropas sediciosas al Palacio. Los únicos que lo protegían eran los miembros del entonces Escuadrón Escolta Presidencial. El combate acabó a mediodía, cuando uno de los escoltas izó una bandera blanca. Se habían terminado las municiones. Lo siguiente fue el caos y el saqueo al Salón de Música, la biblioteca y el Salón Amarillo. Tropas procedentes de distintos repartos le pusieron fin al desorden y retomaron el control.
Casa Militar: en manos de la protección presidencial
Leer másDe ser escuadrón durante el régimen del fallecido presidente Sixto Durán-Ballén, pasó a ser parte de la Casa Militar y se especificaron sus funciones. Son 150 militares de entre 26 y 38 años. Viven en el Palacio.
Se hacen cargo de los honores al presidente, vicepresidente y delegaciones oficiales que visiten la casa de Gobierno.
Las labores inician temprano. A las 07:00 izan la bandera. Luego se distribuyen en los despachos y la seguridad física, como su misión principal. Pasan dos horas en cada punto y son relevados. “Un granadero es el encargado de la seguridad fija del Palacio de Gobierno”, precisa el capitán Javier Ibarra.
Además de las prácticas de tiro, llevan a cabo los repasos de los honores. Y los martes, jueves y viernes hacen actividad física por grupos.
El comandante Vela, un maestro de equitación y pianista, revela que desde el próximo mes los Granaderos se alistan para retomar el relevo de guardia el primer lunes de cada mes. Es una ceremonia vistosa que se realiza en la Plaza Grande a las 10:00 y dura media hora. En ese acto se entregan las responsabilidades del cuidado del Palacio.
Vestimenta
Morrión, chaqueta en forma de frac, pantalón y botas con espuelas que se llaman roncadoras y un sable, son parte de la indumentaria de los Granaderos de Tarqui.
Caballos, con entrenamiento protocolario y deportivo
Que los caballos no representen un peligro en las ceremonias en que participan con los Granaderos de Tarqui no es casual. Requiere preparación.
Esta se realiza en un área de la Escuela Superior Militar de Parcayacu, en donde están ubicadas las caballerizas. Al momento hay 45 caballos de distintos colores. Un veterinario y una veintena de voluntarios auxiliares se hacen cargo de su aseo, cuidado, alimentación y mantenimiento, señala el comandante de los Granaderos, Carlos Vela.
Al trote o al galope se preparan todos los días en los espacios verdes o en la arena. Un caballo puede llegar a costar hasta 80.000 dólares. Reciben entrenamiento protocolario y deportivo, porque además de participar en las ceremonias a las que asisten, adornados con borlas y otros objetos, también participan en competencias ecuestres, en las que han conseguido premios y distinciones.