Woody Allen “¡Tengo 80 años y no lo puedo creer; soy joven, ágil y activo!”

Woody Allen “ Tengo 80 anos y no lo puedo creer; soy joven, agil y activo ”

Fabián Waintal Especial para SEMANA

La lluvia había vaciado la playa y amenazaba con arruinar el primer día del Festival de Cannes, pero con o sin paraguas la gente esperó una hora en la calle, para ser los primeros en ver la nueva película de Woody Allen, ‘Café Society’. Y ahí estuvimos con él.

¿Ahora estrena sus películas en Cannes, sin competir?

No creo en las competencias en lo artístico. La competición es maravillosa en los deportes. Pero cuando un jurado premia una película y la llaman la ‘mejor película’, a lo mejor a mí me puede parecer la más aburrida de Cannes, aunque haya gente que la ame. Es algo muy subjetivo. No se puede determinar si un Rembrandt es mejor que un Greco y si Mattisse es mejor que Picasso. Uno puede decir cuál es su favorito y me parece bien. Cualquiera puede decir que estuvo en Cannes y después de ver diez cintas, tener alguna favorita. Eso es razonable. Pero si un grupo se reúne para juzgar el trabajo de otros, es algo que yo no haría.

¿Qué le gusta de Cannes para estrenar aquí sus últimos filmes?

Estoy feliz de venir a Cannes. Amo la atmósfera, el entusiasmo de la gente y el que todos vengan por el cine. Me encuentro con gente y hablo de cine. Esa atmósfera me gusta. El sur de Francia es hermoso para pasar unos días, pero participar en una competencia va contra mi sentido común.

¿Qué es para usted la popularidad?

La fama tiene un lado bueno y otro malo. En mi opinión, después de vivir tantos años bajo las luces de las cámaras, lo bueno supera lo malo. Las celebridades se quejan de la falta de privacidad o que los molestan los fotógrafos, cosas así. Pero eso no es una amenaza y tienen ventajas enormes a lo largo de sus vidas. Lo bueno es más ventajoso que lo malo.

¿Cómo se mantiene tan bien?

¡Tengo 80 años! Ni yo puedo creerlo. Soy tan joven, ágil, activo y mentalmente alerta, que me sorprende. No sé... como bien, hago ejercicios, pero supongo que tengo suerte. Mi padre vivió por encima de los 100 años y mi madre casi llega a los 100. Algo debo haber heredado. Gané la lotería, es maravilloso. No me siento viejo, me siento joven. Pero seguro llegará el día en que despierte con un derrame cerebral y seré una de esas personas que ves en silla de ruedas y alguien dirá: “¿Te acuerdas de él? Es Woody Allen. Míralo ahora”. Pero hasta que eso pase, seguiré haciendo cine, mientras la gente sea lo suficientemente tonta como para apoyarme con su dinero.

Allan Stewart Konigsberg, Woody, siente orgullo de ser neoyorquino. Él creció con las raíces judías de los abuelos inmigrantes rusos y austríacos, con un estereotipo tan común en sus películas (incluida la nueva ‘Café Society’). Con 15 años, ya había entrado al mundo del espectáculo. Su mejor oportunidad llegó gracias a Warren Beatty cuando le pidió escribir el guion de una película. Por esa experiencia decidió dirigir las propias, para tomar un mayor control de su trabajo. El resto es historia. Con tres matrimonios en la vida real, sin contar la cuarta famosa relación con Mia Farrow y otro íntimo romance con Diane Keaton, Allen supo hallarle sentido del humor al perfil romántico del cine (aunque en la realidad no causó gracia que se casara y tuviera dos hijos con la hija adoptiva de su ex Mia Farrow, Soon Yi). En promedio filmó una película al año, incluyendo los clásicos ‘Annie Hall’ o ‘Manhattan’, hasta las historias románticas más modernas de ‘Vicky Cristina Barcelona’, ‘Blue Jasmine’ o la más nueva ‘Café Society’.

“La vida es como una comedia escrita por un guionista sádico” es una frase de su nueva cinta ‘Café Society’. ¿Piensa que es así?

La vida se puede ver como algo entretenido. Yo le di un marco donde un esposo engaña a la esposa y arregla todo tipo de reuniones secretas para sus citas clandestinas que son graciosas al verlos. Para el que está afuera es entretenido, porque tiene un elemento gracioso. Es triste si buscas la profundidad al tema, pues la mujer es engañada y las personas terminan con vidas vacías cuando tienen un romance así. Es como cuando la gente piensa “¿Qué puedo hacer? Tengo que reírme porque si no me río, me suicido”. Lo que quieren decir es que adaptan la perspectiva cómica a la existencia detrás de cierta tristeza y crueldad que a veces tiene la vida.

¿Cambió mucho el estilo de vida en Hollywood en los últimos 80 años?

En los 30 dominaban los estudios y se comían entre ellos. Debes haber leído sobre los grandes ejecutivos del cine y sus terribles traiciones. Se acuchillaban por la espalda. Si lees historias de Pat Hobby de Scott Fitzgerald verías lo que era Hollywood entonces. Seguro que eso también pasaba en Wall Street o la política, pero estuvo más iluminado en Hollywood. Lo que sucede en el cine de Hollywood, con las vidas amorosas o los porcentajes de divorcios, siempre está en las noticias. Emociona al público.

¿Lo digital cambió algo?

Para mí, es lo mismo. Hay que seguir encendiendo la cámara. Es igual. La diferencia es que en vez de celuloide se trabaja digitalmente. Pero el proceso es el mismo. A lo mejor hay algunas opciones más al final, por trabajar digitalmente. Pero cuando cuentas con un maestro en cinematografía, ese mismo efecto puede ser muy pero muy hermoso cuando ves una película. Para mí, es igual. No hay compromisos ni acomodos, no le veo nada diferente a la era digital.

¿Sabía que Jesse Eisenberg, cuando empezó, escribió un guion sobre una joven versión de Woody Allen... y ahora parece que cumplió su sueño con su nueva película ‘Café Society’?

No lo sabía... hasta que me lo dijiste. Es gracioso porque la gente dice que él o el personaje de la película se parece a mí. Y si hubiese filmado ‘Café Society’ años atrás, yo hubiera interpretado el personaje que tuvo Jesse. Él también es perfecto para esta clase de personajes. Yo lo hubiera interpretado mucho menos intenso, porque soy comediante, no actor. Yo le hubiese dado una sola dimensión, él en cambio le dio mucha más complejidad y más interés a la película.

Con cierto parecido a una más joven versión de Woody Allen, Jesse Eisenberg protagoniza la cinta ‘Café Society’, una comedia romántica de engaños amorosos en el mundo de Hollywood y Nueva York, entre el glamour del cine y la mafia de la década de los 30, con un elenco de estrellas que incluye a Steve Carell (con el rol del tío que iba a tener Bruce Willis), Kristen Stewart (como novia e infiel amante), Blake Lively (la fiel esposa) y el relato de Woody Allen.

¿Por qué sólo agregó su voz en la narración de la cinta, sin actuar?

La idea original se basaba en la estructura de una novela, un libro, que quería mostrar una familia, con el padre, la madre y los hermanos, donde Jesse (Eisenberg) fuera el protagonista que se involucra con otros personajes como Kristen Stewart y Steve Carell como el tío. Quería mostrar varias historias que fueran contadas con la voz del autor. Y como yo había sido el autor, se me ocurrió narrarlo también, porque si no hubiera contratado a otra persona. Además, resultó más económico (ríe). Por eso lo hice.

¿Tiene que ver con el parecido entre ambos, en el modo de hablar?

Se ve una linda similitud, pero no fue intencional. El personaje no se parece a mí. Nunca fui a Hollywood a buscar trabajo ni tenía ahí parientes, ni me involucré románticamente con otra mujer allá. El parecido con Eisenberg es inevitable, por la asociación de mi voz, pero no lo veo tan claro como la gente lo ve.

¿Cómo eligió a Kristen Stewart para el personaje de amante de Steve Carell y novia de Jesse Eisenberg?

Le pasamos el guion para que lo leyera y confirmó que podía hacer los dos lados del personaje. Para mí era perfecta. Con mi directora de casting, Juliet Taylor, habíamos especulado sobre a quién podíamos llamar y cuando surgió el nombre de Kristen los dos dijimos que era la persona perfecta. Yo necesitaba a alguien que pudiera interpretar a la dulce adorable secretaria de Nebraska que después pudiera deslumbrar con pieles y joyas. Y ella se ve muy elegante. No tuvimos que pensarlo demasiado. La llamamos, estaba disponible y tuvimos suerte de tenerla.

¿Las anécdotas y comentarios judíos son experiencias de la vida real?

Yo escribo sobre lo que sé. Nací en una familia de judíos y en ‘Café Society’ el padre y la madre quizá son los que más se parecen a mi vida. Crecí entre padres que discutían todo el tiempo y a veces hablaban en yiddish. Y por eso es tan fácil para mí escribirlo, puedo ser auténtico porque lo viví.

¿La historia de romances entre hombres grandes con jovencitas tiene que ver con usted? ¿Qué tan romántico es?

Siempre me consideré romántico, aunque las mujeres que pasaron por mi vida no piensen lo mismo. Si le preguntas a alguien que me conoce, a lo mejor piensa que lo soy o no. Pero no pensarían en el sentido romántico que te imaginas con Clark Gable; piensan que soy más un tonto romántico, que soy un romántico de Nueva York, un romántico del pasado, que amo las relaciones. Y quizá soy así, y sea tonto, pero por esa razón me crie con las películas de Hollywood, esa es la influencia que tengo, y lo que tiendo a hacer con mis películas. Trato de hacer cintas románticas, aunque otras no lo sean.

¿Filmaría una cinta en la que la mujer conquista a un hombre más joven?

¿Una mujer de 50 con un joven de 20? Sí, no lo dudaría, si tuviera una buena idea para una historia de una mujer de 50 y un hombre de 30. No es tan común ni tengo experiencia para escribir el material, pero es una idea válida para marcar la diferencia de edad entre dos personas. Cuando tenía 30 años, me enamoré de una mujer de 50 hermosa y maravillosa. Pero estaba casada y ni se me acercaba. Ella era genial. Eso pasa todo el tiempo, aunque no tengo mucha experiencia en ese sentido. No lo veo tanto, pero no dudaría en hacer una película así, totalmente.