La zarzuela
La zarzuela nace en el siglo XVII, en épocas de Felipe IV, en el pabellón de caza del Palacio de la Zarzuela, llamado así por el gran número de zarzas que lo rodeaban. Se contrataban compañías madrileñas que representaban obras que alternaban el canto con pasajes hablados. Fueron pequeños experimentos, un género que se situaba entre el teatro, el sainete y la tonadilla. En el siglo XVII con los Borbones se prefiere la ópera italiana. Felipe V desconocía la lengua española. Su sucesor, Fernando VI aumenta su esplendor y el hundimiento de la zarzuela. Sube al trono Carlos III, que no era muy aficionado a la música italiana y prefiere obras menores, las zarzuelas mitológicas y costumbristas.
Napoleón ocupa España (1808-1814) y barre la ópera italiana, trayendo la ópera cómica francesa. Pero al término de la guerra vuelve la popularidad de la ópera italiana, excepto en Madrid y unas pocas ciudades de España. La zarzuela resurgía.
A mediados del siglo XIX, los compositores de zarzuela más destacados fundaron la Sociedad Artístico Musical, resucitando con sus obras este género de teatro lírico genuinamente español, que había sido opacado por la ópera italiana. Estos autores, de entre 25 y 35 años, pidieron un préstamo a un banquero para levantar el Teatro de la Zarzuela, inaugurado en 1856.
Décadas después, la zarzuela causaba furor. Se desarrolla el género chico, de un solo acto, y este atrae a las clases humildes que abarrotan los teatros. La zarzuela grande se basaba en temas dramáticos o cómicos, de acción complicada; el género chico se basa en el teatro costumbrista, reflejando la vida cotidiana madrileña. Se usan el chotis y la mazurca (sin embargo, el ‘schottisch’ se origina en una danza alemana de origen escocés y la mazurca es polaca). El público llenaba las 4 sesiones diarias del teatro Apolo, en el número 45 de la calle Alcalá.
Durante la guerra civil, la zarzuela sobrevive con dificultades, pero lentamente torna a su fin en la segunda parte del siglo XX, con la aparición de otras formas de entretenimiento: la revista musical, el cine y la televisión.