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Un zeppelin medira remolinos marinos y el cambio climatico en Alemania

La ciencia contará por primera vez con un zeppelin para estudiar los mares, anunció la ministra de investigación, Johanna Wanka.

La ciencia contará por primera vez en la historia con un zeppelin para el estudio de los mares, anunció ayer la ministra de investigación alemana, Johanna Wanka, que permitirá realizar mediciones mucho más precisas y avanzar en la comprensión del comportamiento marítimo y la influencia del cambio climático.

“La primera cuestión es saber qué papel juegan estos remolinos en la conducta del agua de los océanos. Y el segundo punto que nos interesa es saber si estos remolinos oceánicos se modifican en relación con las alteraciones climáticas, del medio ambiente, de la temperatura o la contaminación de los mares”, declaró a EFE el presidente del principal instituto involucrado, Otmar Wiestler.

Este globo dirigible formará parte de una expedición alemana -llamada “Reloj del Océano”- que se desplegará del 16 al 28 de junio en torno a la isla danesa de Bornholm, en el mar Báltico, en un área de unos 150 kilómetros cuadrados en la que se analizarán los remolinos marinos, cuyo tamaño oscila entre los 100 metros hasta 10 kilómetros y tienen una vida de escasos segundos.

La ventaja comparativa de este dirigible -equipado con cámaras e instrumentación de última tecnología- respecto a otras aeronaves reside en su capacidad de “aparcar” encima de un punto concreto del mar, además de ofrecer un amplio espacio para los instrumentos de medición.

Gracias a su capacidad de permanecer prácticamente inmóvil durante largos periodos de tiempo, el sistema de cámaras e instrumentos montado en el zeppelin permite captar variaciones mínimas de temperatura en los remolinos de 0,03 grados centígrados y en una profundidad de hasta 70 metros.

“Con estas técnicas de medición logramos unos resultado un millón de veces más precisos que a través de los satélites”, explicó en rueda de prensa Burkard Baschek, director de uno de los institutos involucrados.

Mientras que las grandes corrientes oceánicas ya han sido estudiadas al detalle, los remolinos que se forman a su alrededor permanecen aún apenas explorados y son considerados el “eslabón perdido” en la investigación de los mares.

Además del zeppelin, la expedición cuenta con dos buques de investigación y un submarino, en los que más de 40 oceanógrafos recogerán mediciones de la temperatura y de los niveles de clorofila, sal, pH, algas y nutrientes del mar.

El dirigible comenzó ayer 15 de junio su andadura desde Friedrichshafen, a orillas del lago Constanza en el sur de Alemania, y tras la rueda de prensa de hoy, realizó diversos viajes de muestra sobre la capital alemana desde el aeropuerto berlinés de Schönefeld.

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