Un zorro cuidando gallinas
Los ambientalistas se preparan para combatir al mandatario electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ayer anunció el nombramiento de un polémico defensor de empresas contaminantes para conducir la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
Los ambientalistas se preparan para combatir al mandatario electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ayer anunció el nombramiento de un polémico defensor de empresas contaminantes para conducir la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
Ya en su campaña, Trump prometió retroceder en la legislación en normas de protección del medio ambiente y en la lucha contra el calentamiento.
Trump advirtió además que podría retirar a EE. UU. -segundo país emisor de gases de efecto invernadero en el mundo, luego de China- del acuerdo global del clima de París, firmado en 2015 por 192 países.
Los ambientalistas se preparan para la llegada de Trump al poder el próximo 20 de enero, con su Partido Republicano controlando el Congreso.
“Por demasiado tiempo la Agencia ha gastado dinero de los contribuyentes en políticas antienergía que destruyeron millones de puestos de trabajo, mientras afecta a nuestros granjeros, negocios e industrias”, defendió Trump. “Mi administración cree firmemente en la protección ambiental, y Scott Pruitt será un defensor de esa misión al tiempo que promoverá empleos, seguridad y oportunidades”, añadió.
“Si Trump intenta retroceder en la protección del medio ambiente y el cambio climático, se topará con una maraña de gente organizada que lo combatirá en los tribunales, en el Congreso y en las calles”, advirtió Michael Brune, director ejecutivo de Sierra Club, con 2,4 millones de integrantes.
“En las tres semanas transcurridas desde la elección se ha unido más gente a Sierra Club que en todo el año (...) con 9.000 nuevos donantes al mes”, dijo Brune. “La gente está preocupada y enojada”.
Los temores se consolidaron aún más ayer después que Trump confirmó el nombramiento del actual fiscal general de Oklahoma, Scott Pruitt, un negacionista del cambio climático, para conducir la EPA.
La agencia, con la que Barack Obama puso en marcha medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas de carbón, podría ser el vehículo usado por Trump precisamente para revertirlas.
En el pasado y como fiscal de Oklahoma, Pruitt actuó en defensa de empresas contaminantes y ligadas a la industria de los combustibles fósiles. Además ya procesó diversas veces a la propia Agencia que ahora presidirá, por considerar que la entidad era “activista”.
Algunos programas de televisión han tomado la posta de la movilización ambientalista contra Trump, como John Oliver, el presentador británico del programa semanal Last Week Tonight, de HBO. Oliver pidió a los estadounidenses que hagan donaciones y se unan a organizaciones de protección del medio ambiente, en particular al Consejo de Defensa de Recursos Naturales (NRDC).
Susan Casey-Lefkowitz, encargada del programa líder de NRDC, una organización con sede en Nueva York y con 2,5 millones de miembros, dijo que están recibiendo mucho apoyo y presentarán una petición a Trump “para hacerle saber que la gente no quiere ningún retroceso en la protección del medio ambiente”.
Para May Boeve, quien lidera el grupo de defensa del clima 350.org, la mejor manera de movilizar a la clase trabajadora de EE. UU. que votó por Trump es “presionar por una energía 100 % renovable que económicamente funcione para todos”.
“Las energías limpias siguen siendo el mayor creador de empleos en potencia en el siglo XXI mientras el cambio climático siga siendo la principal amenaza”, defendió Boeve.
La organización, sin fines de lucro y con sede en Nueva York, se “prepara para la mayor lucha de nuestras vidas”, estimó la activista, que planea una marcha masiva en Washington cuando Trump ya esté en la Casa Blanca.