¿Por qué el 2025 no es un año bisiesto?
Descubre las razones detrás de esta peculiaridad del calendario y qué lo diferencia de otros años
Un año bisiesto es aquel que incluye un día adicional en el calendario, sumando 366 días en lugar de los habituales 365. Este ajuste tiene como objetivo alinear el año calendario con el año solar, ya que la Tierra tarda aproximadamente 365 días y 6 horas en completar su órbita alrededor del Sol. Sin embargo, las reglas que determinan si un año es bisiesto son más complejas de lo que parecen a simple vista.
Reglas del año bisiesto
Se considera bisiesto a cualquier año que:
- Sea divisible por 4, excepto:
- Si también es divisible por 100, no será bisiesto, a menos que:
- Sea divisible por 400, en cuyo caso sí lo será.
Bajo estas reglas, el 2024 será bisiesto porque cumple con el primer criterio (es divisible por 4). Sin embargo, el 2025 no lo será, ya que no es divisible por 4.
Calendario bisiesto: próximos años
Los años bisiestos ocurren regularmente cada cuatro años, lo que significa que después de 2024, los próximos serán:
- 2028
- 2032
- 2036
- 2040
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Leer másEl origen del año bisiesto
La idea del año bisiesto proviene del calendario juliano, instaurado por el emperador romano Julio César en el 46 a.C. Este calendario añadía un día extra al mes de febrero cada cuatro años, sin excepciones.
Aunque este sistema fue útil, acumulaba un margen de error debido a que el año solar no dura exactamente 365 días y 6 horas, sino 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos.
Para corregir este desfase, el papa Gregorio XIII implementó el calendario gregoriano en 1582, introduciendo las excepciones de los años divisibles por 100 y no por 400. Este sistema es el que utilizamos hoy en día.
El día adicional de los años bisiestos, el 29 de febrero, tiene un origen en la frase latina “bis sextus dies ante calendas martii”, que se traduce como "el sexto día antes del primer día de marzo". Durante el calendario juliano, este día se intercalaba entre el 23 y el 24 de febrero.
Sin la implementación de los años bisiestos, nuestro calendario acumularía un desfase de casi un día cada cuatro años, lo que, con el tiempo, desalinearía completamente las estaciones del año con las fechas correspondientes.
Este ajuste garantiza que celebraciones como la primavera o el solsticio de verano coincidan con sus fechas astronómicas correctas.
El 2025, al no ser bisiesto, seguirá el ciclo regular de 365 días, preparándonos para el próximo ajuste en 2028.
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