6 puntos sobre la toxina botulínica preventiva
La frente, el entrecejo y las patas de gallo son las zonas más comunes de aplicación. Esta técnica es ideal para hombres y mujeres.
Los signos del envejecimiento se evidencian en diversas etapas de la adultez, debido a que empieza a decrecer la producción de colágeno que genera nuestro cuerpo. Las líneas de expresión, aquellas que aparecen cuando se gesticula, poco a poco, se hacen notorias. Y es justamente, en este momento (cuando aún no está formada la arruga), que se puede acudir a técnicas como la toxina botulínica preventiva en la frente, el entrecejo o las patas de gallo. La doctora Katherine Vallejo, especialista en dermatología, estética y cirugía, comparte algunos detalles.
Lo destacado
- La función de la toxina botulínica es disminuir la fuerza de contracción muscular para que se atenúen las líneas de expresión antes de que aparezcan las arrugas y, a futuro, no se marquen.
- Aunque no hay una edad específica para iniciarse en el uso de la toxina botulínica preventiva, la gran mayoría de pacientes es menor de 40 años. “Hay pacientes que a los 25 años optan por este tratamiento”.
- La toxina botulínica se infiltra en el músculo y su aplicación en cabina dura de 15 a 30 minutos. Es indolora porque se usa anestésico tópico.
- Los cuidados durante las cuatro horas posteriores a su aplicación son no rascar o masajear el área. Tampoco puede dormir boca abajo, sumergerse en la piscina, sauna o viajar en avión porque la presión y cambio atmosférico podrían hacer que la sustancia se disperse.
- Los primeros cambios se evidencian a partir del tercer día de aplicación, pero al séptimo y quinceavo día se ven los resultados definitivos, es decir, se atenúan las líneas de expresión al gesticular.
- Su reaplicación debe ser periódica (cada cuatro o seis meses). “De esa manera acostumbro a mi músculo a no tener la misma fuerza de contracción”. Si deja de usarla van a reaparecer las líneas de expresión.
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- Esta técnica debe ser hecha por un médico especialista para obtener un resultado natural. Una mala aplicación podría generar que la zona luzca “congelada” o por el contrario, que las líneas de expresión se acentúen aún más.