Acampa y duerme bajo las estrellas
Si tienes alma aventurera y amas la naturaleza, no dudes en incluir estos tres destinos a tu lista de próximas aventuras.
Acampar es una experiencia única en la vida en la que, por uno o varios días, se deja atrás la comodidad y los lujos del mundo moderno; para experimentar cómo es pernoctar en una carpa o tienda de campaña 100% al aire libre. Ecuador, al ser un país con una gran diversidad de flora y fauna, brinda la posibilidad de acampar en la Pachamama (Madre Tierra) en familia o con su grupo de amigos. Conozca algunos de los destinos más concurridos por los campistas:
- Cerro Puñay y sus almohadas de nubes
En el año 2008, fue declarado Patrimonio Turístico Espiritual de los Pueblos y Naciones del Ecuador. Su altura es de 3.245 metros sobre el nivel del mar y se encuentra en el cantón Chunchi (provincia de Chimborazo). Acampar en él, es un gran desafío para todo campista porque requiere de una extraordinaria fuerza física y mental. Para llegar a la cima, necesita caminar cerca de tres kilómetros en un irregular sendero empinado junto al abismo. Además, el tiempo de ascenso varía dependiendo del estado físico de cada persona (va desde la hora y media, hasta las tres o cuatro horas).
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Kevin Varela, quien escogió este destino como su primera aventura para acampar, expresa que visitar el Cerro Puñay ha sido la experiencia más difícil y retadora de toda su vida: “A la mitad del camino ya no sentía las piernas por el cansancio pero el llegar a la cima y ver el hermoso atardecer que nos esperaba, hizo que el sacrificio valiera la pena. Si no hay neblina, podrá tener una vista de 360 grados llena de extensas ‘almohadas’ de nubes”.
Al llegar la noche, las carpas se arman en la cima del cerro en donde también se realizan fogatas. A diferencia de los otros dos destinos, no existen baños. La temperatura promedio es de 19 ºC, la cual disminuye durante la noche. Al amanecer, el descenso toma entre una a dos horas. La entrada cuesta $ 1 por persona y los meses más recomendados para ir son julio y agosto.
- Laguna de Busa, un tesoro natural
¿Se imagina despertar con el sonido de las aves y tener frente a usted una mágica laguna en la que se refleja la belleza de la naturaleza? Esto es posible en este destino ubicado en el cantón San Fernando, a 50 kilómetros de Cuenca, en la provincia de Azuay.
Según Daniel Valor, campista experto (ha hecho más de 35 campings en Ecuador), la Laguna de Busa es un lugar de fácil acceso para las personas de todas las edades que deseen acampar por primera vez porque no es obligatorio hacer senderismo para llegar a la zona en donde se arman las tiendas de campaña. Eso sí, si desea explorar el lugar, puede caminar alrededor de una hora para llegar al imponente cerro San Pablo (frente a la laguna).
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Leer másAdemás, también se puede hacer pesca deportiva, existen botes para navegar y hay juegos infantiles para los más pequeños. Alrededor de la zona, también existen cafeterías y baños públicos. La entrada durante el día cuesta $1 y para poder acampar se debe pagar $5 por carpa (en la que duermen de dos a tres personas). El clima es húmedo y en las noches la temperatura puede descender a los 5ºC según la época del año.
“Lo más fascinante de la Laguna de Busa es que, a pesar de no ser un lugar recóndito, puedes obtener una desconexión increíble y sentir esa paz que todos necesitamos fuera de la ciudad. Contemplar el paisaje sentado a la orilla de la laguna. Es una experiencia renovadora”; comenta Valor.
- Desierto de Palmira, un hotel de cinco mil estrellas
No se necesita viajar al desierto de Sahara, en África, para recorrer grandes dunas de arena. A una hora de Riobamba, en la provincia del Chimborazo, se encuentra una localidad llamada Guamote en el que, junto a él, está el enigmático desierto de Palmira. Este destino que se caracteriza por tener un amplio paisaje con kilómetros de arena, es conocido por quienes disfrutan las actividades al aire libre como cabalgar y practicar 'sandboarding' (descenso de dunas o cerros de arena, con tablas especiales parecidas a las del 'snowboarding').
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Joseph Aguilar, creador de la comunidad de campistas Bros Camping, cuenta que una de las experiencias que más le gustó de acampar en este destino fue poder dormir entre los pinos, realizar la fogata y hacer astrofotografía. "La vía láctea es un espectáculo por las noches, aunque tienes que soportar las bajas temperaturas, vale 100% la pena. La postal de las estrellas (foto) la tomé justo en el mirador de Palmira (la zona más alta del lugar), en el que se aprecia un cielo completamente estrellado. Esta experiencia no se las puedo contar, tienen que vivirla", comenta.
La entrada durante el día cuesta $1 por persona y si deseas acampar cuesta $5 (incluye acceso a baños, agua y leña). Además, si no cuentas con tu propia tabla para hacer 'sandboarding', puedes alquilarla a los residentes de la comunidad. La temperatura en el día oscila entre los 12°C y 14°C. En la noche desciende cerca de los 5°C.
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