¿Cuándo acudir de emergencia al oftalmólogo?
La doctora Jamel Corredores Dieb cita algunos ejemplos, pues hay casos en los que no se debe esperar. ¿Y si percibo destellos de luz?
¡Ojo con tu salud visual!
Leer másTodos hemos experimentado en algún momento situaciones de incomodidad como cuando una pestaña o basura entra al ojo causando dolor y lagrimeo o hemos pasado por episodios de alergia que se acompañan de enrojecimiento y edema (hinchazón). También hemos padecido esos instantes en los que algún químico, como el champú o el agua con cloro de las piscinas, entra en contacto con la superficie ocular. Aunque estas situaciones son incómodas, en su mayoría no representan un peligro para nuestra visión, explica la doctora Jamel Corredores Dieb, oftalmóloga guayaquileña especializada en el Hospital Hadassah en Jerusalén (Israel).
Eso sí, hay otros momentos en los que no debemos dejar pasar el tiempo y acudir inmediatamente al especialista para evitar complicaciones. La profesional, que tiene además una especialidad en retina y vítreo, cita algunos ejemplos:
- Si sufres de algún trauma sobre los ojos o párpados, de cualquier tipo, ya sea físico (con objetos pesados o cortopunzantes) o químicos (con substancias irritantes, acidas o alcalinas). Estos requieren de un lavado inmediato con agua y de un examen oftalmológico para evaluar la extensión del daño a la superficie ocular e impartir tratamientos.
- Si percibes destellos de luz y "moscas flotantes" (flotadores). Estos son indicios de un agujero o desprendimiento de retina, que debe ser tratado a la brevedad posible, pues en el caso de un "agujero retiniano" se evita progresar al desprendimiento de retina y en caso de desprendimiento de esta, requiere ser reparado quirúrgicamente lo antes posible, ya que en la mayoría de los casos, la visión se vería severamente afectada si se espera más de tres días.
- En caso de pérdida completa, brusca e indolora de la visión. Puede significar oclusión de la arteria central de la retina (infarto de un importante vaso sanguíneo que nutre el interior del ojo), cuyas células son muy sensibles a la isquemia (falta de oxígeno) y se produce un daño irreparable (ceguera) si no se otorga tratamiento dentro de los primeros 90 minutos.
- Si hay dolor ocular agudo e intenso, que no cesa con analgésicos comunes y se irradia hacia la cabeza. Este es síntoma de glaucoma de ángulo cerrado. Si el dolor es intenso y se acompaña además de enrojecimiento, edema (hinchazón) y disminución de la visión, es señal de endoftalmitis, una severa infección de todas las estructuras oculares, la cual requiere tratamiento inmediato.
- Si hay signos como la alteración del tamaño de las pupilas o posición de los párpados, imposibilidad de movimientos oculares, pérdida de un área del campo visual o pérdida transitoria de la visión por segundos o minutos. Esto puede deberse a trastornos neurológicos, los cuales representan riesgo para la vida, siendo de extremada importancia, por lo que requieren inmediata evaluación y tratamiento.