Rahu y Ketu, los agentes del caos
Estos dos planetas sombra llevan consigo la huella karmática que marca el destino de cada persona.
Si hay algo en el cielo capaz de ocultar la energía y luminosidad del sol y la luna, estos son los eclipses. Para la astrología védica, los puntos matemáticos donde ocurren tienen una connotación muy especial. Hablamos de Rahu y Ketu, los agentes del caos.
No hay energía astrológica más compleja y temida que los conocidos también como “planetas sombras”. Según el mito, hace millones de años, el dios todopoderoso Vishnu prometió a los dioses menores el néctar de la inmortalidad. Durante la entrega del elíxir, demonios de todas partes aparecieron para intentar probar el brebaje divino y uno de los malignos alcanzó a tomar de la copa. El sol y la luna lo reconocieron y avisaron a Vishnu, quien con una ráfaga le cortó la cabeza. Pero el demonio ya había tomado el elíxir, así que no murió.
Por ello, la cabeza sola fue llamada Rahu y el cuerpo Ketu y ambos, en venganza contra el sol y la luna, los persiguen en los cielos y de vez en cuando logran comérselos, generando los eclipses.
Rahu y Ketu viajan juntos en el cielo, pero siempre al contrario del movimiento de los astros. Donde se sitúa el nodo norte, Rahu, todo se expande. Como es una cabeza sin cuerpo no conoce de límites, nunca se sacia. Su posición en nuestra carta natal denota el área en la vida donde venimos a crecer en esta vida. Rahu tiende a exacerbar lo que toca hasta el punto de volverlo caótico y sus ganancias suelen ser engañosas.
Ketu es todo lo contrario: quita, concentra y desapega. Al no tener cabeza ni sentidos no quiere saber nada de lo mundano y solo busca volver a su estado divino. Por ello, ahí donde se ubica causa, desidia y apatía. Señala lo que ya vivimos en vidas anteriores, y traemos como aprendizaje.
Cuando Rahu se posiciona en el ascendente, por lo general genera personas extrovertidas, egoístas y belleza exuberante que se verá comprometida por una continua sensación de inseguridad. Mientras Ketu en esa posición genera personalidades frías e introspectivas. Al ir siempre juntos en eje, tocan la casa 7 al frente del ascendente afectando las relaciones de una u otra forma.
Remedios para apaciguarlos
Solo una carta natal puede indicar el lugar donde Rahu y Ketu se ubican para cada individuo, así como la capacidad de incidencia en la vida de la persona con base a su cercanía al núcleo de cada casa.
Sin embargo, como todos tenemos a los nodos activos y funcionan como maléficos funcionales, podemos propiciarlos para equilibrar su energía y solventar sus pruebas karmáticas.
- Como Rahu es vitalidad, se relaciona con lo nuevo. Voluntariado con jóvenes con problemas de adicciones ayuda a calmarlo. También se puede alimentar de manera diaria a pájaros.
- Ketu simboliza lo viejo. Trabajo desinteresado en asilos de ancianos ayuda mucho a su energía. De no ser posible, dar de comer a perros callejeros es buena opción.
- Causantes de grandes lecciones, siempre será fundamental conocer a Rahu y a Ketu a fondo, para así darles el tratamiento que merecen. Los invito a indagar. *Ronny Largo, Astrólogo Védico Facebook e Instagram: @jyotishronny Email: jyotishronny@gmail.com