La alacena, posible causa de que siempre falle en la dieta

Cuando usted empieza un estilo de vida saludable se encuentra motivado y entusiasmado por seguir una dieta que vaya acorde a los objetivos de salud planteados, por esta razón, es importante tratar de eliminar todas las barreras que pudieran impedir que mantengamos la disciplina en un proceso de transformación donde la cocina se convierte en el lugar más desafiante para lograrlo.

Uno de los lugares que amenazan su cambio alimenticio podría estar siendo su alacena, ese almacén de su cocina donde guarda las golosinas de los tiempos libres, alimentos que le dijeron que son sanos y hasta los paquetitos “por si acaso tengo visita”. Aquí el peligro de sentir la tentación de flaquear se vuelve inminente cada día que pasa, pero ¿qué podría hacer para mitigar el estímulo de su despensa?

La idea óptima de un cambio en la estructura de su alimentación radica en vivirlo de manera consciente y no desde el sentimiento de sacrificio, pues cada vez que se expone a un antojo es un momento de desafío que puede terminar mal; por eso lo recomendable será siempre evitarlo.

PURIFIQUE SU ALACENA

1. Comience por limpiar este armario adecuadamente evitando dejar humedad y eliminando cualquier tipo de polilla o insectos que puedan dañar los alimentos. Elimine los productos extremadamente procesados que contengan más de 5 ingredientes y que no sean de origen natural (animal o vegetal); si no entiende algún ingrediente o si es un código con números, descártelo también. 
2. Elimine los que contengan azúcar o los reemplazos de esta, químicos preservantes y saborizantes naturales o artificiales. Si convive con más personas que usan productos que desea evitar, sugiero los coloque en un lugar aparte, algún cajón u otra sección de la alacena, libre de su acceso cotidiano para evitar la tentación de consumirlos. 
3. ¿Qué debo tener en mi alacena? Lo ideal es que ese gabinete de su cocina contenga especias naturales, harinas de buena calidad como la de almendras o de coco, alimentos no perecibles en envases de vidrio, sal, café, grasas saludables como el aceite de oliva, de coco, de aguacate, ghee, entre otros.
4. La realidad. Después de hacer esta depuración en su alacena, se dará cuenta de que no necesita tanta comida como le hicieron creer, que ahorrará mucho dinero que antes gastaba en paquetitos innecesarios, y que optimizará su alimentación con comida de alta densidad nutricional como lo son los de procedencia natural.
5. La satisfacción de lograr un cambio de estilo de vida más saludable es invaluable, ya que no solo lo va a notar en su aspecto físico y en su salud, sino que sobretodo fortalecerá su autoconfianza y equilibrio emocional tan afectados por diversos factores.

Recomendación:

Continúe con la limpieza de su nevera siguiendo los parámetros 2 y 3 que usamos para su despensa.