La alegría, fuente de la felicidad

Este sentimiento de placer que se manifiesta con un buen estado de ánimo propenso a la risa o sonrisa todos los seres humanos lo experimentamos en nuestras vidas. Sin embargo, esta característica de alegres, risueños y espontáneos define bien a los guayaquileños, quienes aún en los momentos más difíciles, ven el lado positivo de las cosas.

Y prueba de ello, son la cantidad de memes que circulan por las redes sociales y que con marcado humor hacen referencia al acontecer político, deportivo o climatológico. Sí, la alegría y buen trato del guayaquileño es reconocido por propios y foráneos.

Los niños, por ejemplo, son alegres y espontáneos con cosas simples y situaciones sencillas: corriendo en el parque, mojándose con una manguera o jugando con su perrito.

Lo lamentable es que, a medida que el niño crece y se hace adulto, va perdiendo la alegría. Las dificultades, las responsabilidades financieras y el estrés hacen que se olvide de estar presente y ser feliz en su propia vida.

ACTIVE SU ALEGRÍA

Es importante que, aunque nos desenvolvamos en un mundo frenético y complicado, no dejemos de disfrutar con alegría: Aquí algunos consejos para sonreír en el día a día.

1. Manténgase en el presente. Estar pensando que en el futuro, cuando logre esto o aquello va a tener felicidad, es desperdiciar lo que tiene hoy, porque no lo valora ni lo disfruta. Asimismo, deje ir el pasado por más increíble o doloroso que haya sido, enfóquese en el ahora y construya un presente mejor. 
2. Practique la gratitud. Enfóquese en las cosas buenas que tenga en su vida y sea agradecido. Al levantarse y antes de acostarse, reserve unos minutos para agradecer. Es necesario programar el cerebro para ser grato y así atraer abundancia, crear emociones positivas. 
3. Rodéese de gente con buena energía. Gente que sume, que sea positiva. Deje ir a las personas que no le hacen sentir bien, las que siempre tienen algo que reclamar o son conflictivas y negativas. 
4. Cree hábitos sanos. No existe alegría sin salud. Haga ejercicio, su práctica lo aleja de la depresión y el estrés, fortaleciéndolo, no solo físicamente sino mentalmente. Una alimentación sana y un peso adecuado contribuyen mucho a la consecución de esa armonía.  
5. Tenga un propósito de vida. Más allá de la carrera, profesión o metas, el propósito es el que le da sentido a la vida. El legado que deje es lo que van a recordar de usted y va a darle satisfacción. 
6. Dar y retribuir. El secreto de vivir con alegría es dar, hacer una diferencia en la vida de los demás, da significado a la vida, retribuir, más bondad, más compasión, más generosidad, buscar en el interior y no en el exterior.