Amor duradero, ¿es posible?

El deseo de un amor romántico y duradero está arraigado en la mente de la mayoría de las personas. La frase de los cuentos “Y vivieron felices para siempre” cada vez se vuelve más difícil de cumplir, y así lo confirman las estadísticas.

Las finanzas, la rutina y los conflictos de pareja parecen 'matar' el amor. Y, aunque a través de internet, la familia, los amigos o libros, abundan los consejos de cómo mantener la unión, pareciera que todo intento por conservarlo es infructuoso.

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Gary Chapman, en su libro 'Los 5 lenguajes del amor', describe que la clave está en descubrir el lenguaje emocional del amor suyo y el de su pareja, ya que las demostraciones de afecto hacia ella van a depender de las creencias, crianza y personalidad. Por ejemplo, prepararle algo de comer a la pareja puede significar amor para quien realiza el acto, pero podría pasar que la otra persona no lo perciba de la misma manera.

Escuchar con atención, trabajar, pasar con él o ella tiempo de calidad, son algunas maifestaciones de cariño.

Enamoramiento no es amor

Alguna vez escucharon a alguien decir: “Él ha cambiado” o “ya no es el mismo del que me enamoré”, y esto es verdad, porque el enamoramiento es solo una etapa, un estado de atracción, pasión y hasta locura, donde puede amanecer y anochecer pensando en el ser amado.

Resulta que el enamoramiento es un estado de idealización en el que muchas veces se distorsiona la realidad al punto que esta pareciera llenar por completo las expectativas y necesidades de los enamorados. Pero en realidad está más relacionado con una necesidad biológica e instintiva y su duración es limitada (entre 6 meses a dos años), según los estudios.

El verdadero amor

La buena noticia es que se puede reconocer al enamoramiento por lo que es, una etapa que pasa, pero que no es el fin, sino que se puede luchar por construir un amor verdadero, uniendo la razón y la emoción.

Cuando se acaba el efecto del enamoramiento comienza la verdadera relación de pareja, pudiendo cultivar un amor sano con compromiso, decisión y madurez.

El poder de las palabras

1. Entenderse es fundamental. Aprender lo que necesita su pareja para sentirse amada, mantenerse viva y nutrir la relación. 
2. Utiliza frases de cariño, apoyo o cumplidos para tu pareja. Recuerda que las palabras pueden edificar o destruir, según cómo se usen. 'Te queda muy bien ese vestido', 'qué elegante se te ve con ese traje' o 'Aprecio mucho que me acompañes al médico', son expresiones de aprecio que tienen el poder de transmitir y generar mucho más de lo que se piensa. 
3. Aprende a pedir en lugar de exigir. Si exiges ya no es amor sino deber, y en esta situación más que en la pareja, te conviertes en una autoridad o en un padre. No es lo mismo: “Riega las plantas, se estan muriendo” que decir: 'Podrías, por favor, regar las plantas cuando tengas tiempo”. Hablar con dureza a la pareja produce resistencia y rechazo. No es solo lo que se dice sino cómo y el tono que utiliza.

Ejercicio

Elabora una lista de las cosas que le gustan de su pareja y luego comuníqueselo en un momento apropiado y relajado.

• Es trabajador

• Es buen papá

• Es generoso

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