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Andrea Fiallos es una activista que lucha por una ciudad más verde.CORTESÍA

Andrea Fiallos, sembrando ciudades

Tras 11 años siendo activista ambiental, cuenta cómo ha sido el proceso para que su voz sea escuchada en pro de reforestar de a poco el país.

Ha pasado solo un año desde que Andrea Fiallos apareció en titulares de medios de comunicación. Las miradas se voltearon a ella tras su vigilia por tres noches ante la tala de un árbol patrimonial en Miraflores que realizó el Municipio de Guayaquil.

Desde entonces, la guayaquileña pasó de ser noticia por alzar su voz, a convertirse en una verdadera líder en la lucha por la conservación de los recursos naturales.

Su creciente popularidad tiene que ver con sus investigaciones, proyectos y discursos directos que no han dejado indiferentes a alcaldes de otras ciudades y demás ciudadanos que se suman a su causa.

Aquel despertar de conciencia lo viene haciendo desde el 2010, de ahí que la historia de la defensa del medio ambiente a nivel local no puede escribirse sin su nombre.

Con la filosofía ecoamigable

A la altura del km 9 vía Samborondón, un ambiente campestre da la bienvenida a quien visita a Andrea en Fundación La Iguana; una organización sin fines de lucro que ella fundó y preside.

Al recorrer con la vista se puede apreciar desde viveros hasta baños ecológicos y energía generada por paneles solares. Todo ello es parte de esa apuesta por un estilo de vida diferente, y respetuoso con el entorno.

Mientras se apresta a la entrevista con SEMANA expresa que su objetivo es recuperar y reforestar, con árboles nativos a las ciudades, para contrarrestar los efectos del cambio climático.

“Yo nací con este llamado. Sentí la conexión con la naturaleza desde mi niñez, en el sentido de querer ser una voz y luchar por todo lo que veía era injusto”, explica y agrega que eso se fue nutriendo más con la cercanía de su abuela. “Era una mujer muy sensible con su entorno, me gustaba pasar con ella en la hacienda familiar. Ahí yo hacía mis propias rutas de expediciones y soñaba con ser una gran exploradora”.

Aquello marcó el rumbo de algo que le esperó tiempo después. A los 23 años, luego de trabajar como voluntaria en la ecoaldea Tiba de Brasil, donde recibió capacitaciones sobre bioarquitectura y permacultura, regresó al país con toda esa filosofía ecoamigable.

“En el 2011 la palabra sostenibilidad estaba recién empezando a sonar a nivel local. Entonces fue un reto dirigir, crear programas y reunir los recursos para sacar adelante mi fundación. Las luchas vinieron unas tras otras. Y comencé a captar la atención para bien y para mal. No faltó quien me dijera por qué los cuestionaba sobre prácticas ambientales si era mujer y joven”, recuerda.

Hoy, Andrea transmite más energía que la que tenía a sus 20, y sobre todo se muestra convincente. Cualidades que le han ayudado a plantear a otros líderes de que el calentamiento global no admite esperas y hay que actuar ya.

Su huella por el país

Entre batallas que ha ganado y perdido, Andrea se fue identificando como activista local en temas de conservación ambiental y forestal.

Dice que ha sido un camino de educación e investigación. Su primer proyecto fue un libro de árboles nativos de Guayaquil en pro de que con estos se recupere y reforeste la ciudad. Luego vinieron planes más grandes que los puso en consideración de la agenda política. Presentó el borrador de una ordenanza municipal relacionada con árboles patrimoniales en la urbe, con el objetivo de preservarlos. Sin embargo, dice que la alcaldía de Cynthia Viteri no ha tomado en consideración este proyecto enviado.

“Hay quienes no soportan que alguien les diga cómo deben ser las cosas. El caso de Miraflores no fue el único en donde hice vigilia, lo mismo pasó cuando talaron un ceibo en donde harían la estación de la Aerovía", precisa.

Los municipios deben poner el ejemplo y actuar con visión a futuro y pensar qué le están dejando a las próximas generaciones

No obstante, a pesar de la negativa en Guayaquil ha logrado concretar su proyecto en otros lugares del país. Todo ese trabajo le ha permitido que sea mirada desde afuera. Ser contactada por universidades como Harvard, de organizaciones como la ONU o Pro Natura, para dar a conocer su activismo, le hace entender que va por el camino correcto.

Foto de Sistema Granas (8424680)
Andrea Fiallos es la creadora de Fundación La Iguana.CORTESIA

En lo que va de 2022, destaca su actuar en conjunto con el alcalde de Cuenca y con comunidades como las de Olón y Lomas de Sargentillo. Con el lema ‘Sembrando una ciudad’, está haciendo infraestructura verde, como jardines de lluvia (para evitar inundaciones) y paisajismo naturalista donde se está sembrando plantas en colaboración con grandes expertos para mejorar las condiciones de vida.

“Tomarse una foto con un árbol sembrado no es actuar con educación. Un árbol no solo se siembra, hay que darle mantenimiento, prepararlo para todos los desafíos que va a enfrentar en la vida urbana. Por eso hay que dejarse guiar por profesionales”.

Así, segura y firme, Andrea pone las cartas sobre la mesa en pro del planeta. “Cuando miro atrás, veo todo ese aprendizaje. Ser mujer y joven no ha sido un obstáculo, sino que me ha permitido lograr todo esto. Soy una voz”, concluye.

A la hora de sembrar

En pro de plantar árboles, Andrea da ciertos tips para que el proceso no sea prueba y error.

  • Al ser un país con diferentes tipos de suelo, es necesario dejarse guiar por los expertos. Si por ejemplo, vive cerca de la playa, no puede sembrar lo mismo que se siembra en las montañas, sino una planta propia del entorno, y si es nativa mucho mejor.

  • Si siembra en la ciudad, tome en cuenta las condiciones urbanas, el suelo, las alturas (si hay cableado o cualquier infraestructura) para que el árbol crezca y no vaya a ser sometido a podas.

  • Recuerde darle mantenimiento para reducir riesgos durante su crecimiento. No cuidarlos trae como consecuencia árboles muertos, con hongos y peligrosos porque corren el riesgo de caerse.
Foto de Sistema Granas (8417147)
Su amor por la naturaleza nació con ella.cortesia

Personal

  • Es mamá de dos hijos.

  • Presidenta y fundadora de Fundación La Iguana.

  • Realizó sus estudios en Ecuador y los Estados Unidos en las áreas de Product Marketing y Business Administration.