Las apps de citas, del ‘sexting’ a la ‘sextorsión’
El auge de las relaciones ‘online’ ha causado que aumente la ciberdelincuencia y se introduzcan nuevos riesgos en este tipo de entornos
El auge de las aplicaciones (apps) de citas, que permiten conocer gente y relacionarse ‘en línea’ para hacer amistades, encontrar personas afines o una pareja a través de un dispositivo móvil, ha impulsado la presencia en estos entornos digitales de individuos que delinquen, advierten los expertos.
“Estas aplicaciones no solo las usan quienes quieren iniciar una relación o tener una cita, sino también aquellos que buscan conseguir fotografías de una persona o incluso extorsionarla”, asegura Miguel A. Juan, dedicado a difundir normas de seguridad.
Estos ciberdelincuentes buscan obtener de sus víctimas algún tipo de beneficio económico, advierte por su parte José Rosell, también especialista en el tema.
Señala que algunos individuos inescrupulosos “consiguen una relación de confianza y de vínculo con una persona para que ‘baje la guardia’ y después obtener algún beneficio económico o pedirle dinero directamente”.
- El chantaje.
Aunque el primer contacto suele ser a través de mensajes de texto en las propias ‘apps’, enseguida se suele pasar a comunicarse a través de otras plataformas que incluyen imágenes como WhatsApp, Instagram o Snapchat. A veces el objetivo suele ser enviar fotos ‘subidas de tono’, el conocido ‘sexting’ o, como dicen los jóvenes, ‘hacer nudes’ (tomar y compartir en línea fotos del propio cuerpo o algunas de sus partes con distintos grados de desnudez). “Muchos perfiles de las ‘apps’ son falsos y se han creado precisamente para obtener fotos de este tipo y, luego chantajear de alguna forma a quien se las hizo. Así se pasa del ‘sexting’ a la ‘sextorsión’.
- Los peligros.
Más allá de poder ser víctimas de una estafa o un chantaje económico, uno de los peligros de las ‘apps’ de citas es que un posible agresor quiera encontrarse en persona con su víctima potencial. Por ello se recomienda no dar información personal, ni enviar fotografías y se aconseja que las primeras citas se produzcan en un lugar público. Los expertos recomiendan utilizar aplicaciones como Tineye o Google Images para comprobar que las imágenes de la persona con la que uno se está comunicando son reales y verificar que no correspondan a un falso perfil ‘online’.
- El engaño.
Una de las prácticas frecuentes de los ciberdelincuentes consiste en crear una relación de intimidad con su interlocutor y cuando han conseguido su confianza, aludir a una enfermedad, un problema del pasado o una situación similar cuya solución requiere dinero y, entonces, pedírselo a la víctima. Por supuesto, siempre argumentan que devolverán el dinero solicitado, pero eso nunca sucede y quien lo pidió suele esfumarse, señalan.
- Programa espía.
Muchas veces los ciberdelincuentes se esconden bajo perfiles atractivos y con la excusa de enviar fotos, introducen programas maliciosos que infectan los equipos de sus víctimas o le instalan programas espía, para conocer sus contraseñas, datos bancarios o conversaciones. Hay que recordar que cualquier imagen que se publica en Internet es muy difícil eliminarla por completo. Por ello los expertos sugieren compartir solamente aquellos contenidos que no le comprometan ante desconocidos y preserve su intimidad.