Aprendizaje remoto con éxito
Aproveche las herramientas tecnológicas para hacer las clases más divertidas. Los padres juegan un factor clave en la educación.
Ha pasado más de un año desde que inició en Ecuador las clases online de forma masiva. Sin embargo, para muchos estudiantes y padres, la adaptación a esta modalidad aún puede ser un desafío. Así lo menciona la psicóloga clínica Carolina Huerta, docente de la Escuela de Negocios Humane, quien recalca que el tiempo de adaptación varía según cada persona, siendo clave estar atento a las dificultades para trabajar de manera progresiva en ellas.
Los retos
La falta de concentración es uno de los problemas que afrontan porque en casa no cuentan con un entorno tranquilo y didáctico. Las distracciones cerca de ellos (como los miembros de la familia, la televisión o los videojuegos) perjudican su nivel de atención.
Pasar varias horas frente al computador o el dispositivo móvil puede llegar a causar agotamiento mental, cansancio y fatiga. “Al principio la escuela se volvió una ventana para conectarse con el mundo. Los profesores quisieron dar de forma online las mismas ocho horas de clases que daban presencialmente, pero poco a poco se comenzó a perder el ánimo y la motivación de los pequeños de querer recibirlas”, añade.
Es que, la experiencia de estar en la escuela o en el colegio, no solo se basa en incrementar el nivel de aprendizaje académico. Huerta asiente que para muchos, lo más motivador era poder desarrollar sus habilidades sociales al interactuar a través del juego y el tiempo de descanso en el recreo con sus amigos.
“Durante estas actividades ellos logran desarrollar su forma de comunicación con el resto. Aprender a hacer preguntas, saber escuchar, respetar la opinión de los demás y más”.
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“La autogestión ha incrementado porque ahora deben aprender a subir a las plataformas sus deberes y hacer otras actividades por sí solos”, dice Huerta. Los profesores se han ingeniado para dar clases más didácticas con juegos, experimentos caseros y audiovisuales.
Qué hacer
- Ambiente un espacio en casa para que el estudiante pueda recibir las clases sin ningún factor distractor. Ordénelo y decórelo a gusto del pequeño.
- Genere un vínculo de confianza para que el niño le cuente si está cansado y necesita una pausa.
- Evite transmitir su estrés al pequeño. No le grite o se enoje si no logra rendir al 100 % en la escuela. Encuentre un espacio en que puedan conversar sobre lo que más se le dificulta para ayudarlo y ser su soporte.
- Aproveche el tiempo de acompañamiento estudiantil con sus hijos para educarlos de forma integral. La responsabilidad de la enseñanza no debe recaer solo en los profesores.