Arte que nace de las cenizas
Tres hermanos se dedican a la necro-escultura. Sus figuras son un tributo a los que partieron, aunque aún se enfrentan a los tabúes
Con un grupo de fotografías colocadas sobre la mesa, Miguel Ángel Mera Espinoza empieza a modelar el busto que será tributo a un difunto y que quedará como recuerdo para su familia. No es un trabajo sencillo, pues además de resaltar cada detalle del rostro utilizando una limitada cantidad de fotografías de referencia deberá adherir a los materiales una parte de sus cenizas.
Miguel es escultor con más de 15 años de trayectoria artística y ha sido el ganador por 5 años consecutivos del Festival de Artes al Aire Libre (FAAL).
En 2015, él y sus hermanos Mario Andrés y Leonel introdujeron por primera vez en el Ecuador la necro-escultura, una técnica que entonces comenzaba a utilizarse en países como México, Chile y Perú.
La galería virtual acoge su arte
Leer másLa creación de esculturas que incluyan cenizas mortuorias resultaba por ese entonces un tanto extraña para muchos y se dio a conocer tras un proyecto con el cementerio Jardines de la Esperanza, que dio paso a las primeras obras en homenaje a Fausto Valdiviezo, periodista asesinado en 2013, y al fundador del camposanto, Aurelio Carrera del Río. Para ello, se usaron como materia prima parte de sus cenizas, entre otros materiales.
Leonel, quien dedicó 10 años de su vida a la Tanatopraxia (técnica de conservación temporal de cadáveres), es quien colabora en el correcto manejo de las cenizas. Mario Andrés, encargado de la Coordinación de Proyectos y escultor con 7 años de trayectoria, reconoce que para muchos el tema es un tabú, pero explica que la técnica es una alternativa más versátil a otras formas de almacenamiento de cenizas, como son las urnas, relicarios, joyería, entre otros, y puede aplicarse a esculturas para interiores o exteriores.
El tiempo que tome su elaboración, que puede ser de dos semanas a un mes, dependerá de la complejidad de los detalles de la persona retratada y de las medidas. Y así como hay quienes quieren representar rostros, otros prefieren esculturas abstractas o con figuras de animales.