Autolesiones para ‘cortar’ el sufrimiento
Los adolescentes buscan en esta conducta dañina una especie de ‘analgésico’ que les ayude a calmar su angustia. Los padres deben estar alertas.
Las autolesiones, también conocidas como el síndrome de ‘cutting’, se han incrementado en los últimos tiempos en los adolescentes. “Lo hacen para ‘cortar’ los sufrimientos que les está afectando como por ejemplo, la soledad, el estrés o la depresión”, explica la psiquiatra María Gracia Madero.
Las muñecas, antebrazos, muslos, cadera e incluso el estómago son las zonas en que se infligen el daño físico. “El arma principal son navajas de afeitadoras (también tijeras, cuchillos) y para evitar que les descubran las autolesiones suelen vestirse con ropa manga larga o pantalones”.
Acuden a las autolesiones por distintas causas. Destacan la violencia, abandono, abusos físico y psicológico en el hogar que degenera en ellos angustia y depresión. “También incide el miedo a no poder cumplir con las exigencias y expectativas que el entorno demanda del adolescente”, dice la especialista, quien añade que dicho comportamiento, desde el punto de vista de la neuroquímica, se da en jóvenes con niveles bajos de serotonina (neurotransmisor que juega un papel importante en el estado de ánimo).
No hay un perfil para definir quién es más vulnerable a este trastorno que no diferencia estrato social ni género, “la vulnerabilidad depende del entorno, también influye cómo han sido criados por sus padres”.
Tratamientos
Cuando ya existen cortaduras, acudir al especialista es fundamental. “La primera etapa está basada en la psicoterapia. Se establece un vínculo entre el psicólogo y el paciente para que pueda entender por qué se siente así y qué lo lleva a lesionarse. Y segundo, ir al psiquiatra para iniciar una farmacoterapia con el fin de controlar la impulsividad que tiene el adolescente y disminuir las alteraciones del pensamiento que lo han llevado a la autolesión”, expresa.
Si este trastorno no se controla, el paciente seguirá agrediéndose y va a necesitar hospitalización. Al ser un acto de impulsividad ellos van a recurrir a cortarse cada vez más profundo para darle “alivio” a su sufrimiento, acto que puede poner en peligro su vida.
“Con un tratamiento integral, la mejoría será notoria a partir de los dos meses”, puntualiza.
Signos de alertas
Si tiene hijos adolescentes, entre 11 y 13 años, ponga atención a estas señales:
- Los cambios en la conducta.
- Bajo rendimiento estudiantil.
- Alteración del sueño.
- Ansiedad y nerviosismo.
Siempre sereno
Si descubre que su hijo se autolesiona, nunca lo confronte de manera agresiva, trate de hablar asertivamente y con calma. Recuerde que usted es el de la experiencia y madurez, y quien debe enseñarle a llevar su vida de una mejor manera, así que salirse de control no es una opción.
Ponga atención
Le ayudarán a identificar autolesiones en sus hijos adolescentes. De ser así es un gran momento de acercarse y abrir un canal de comunicación con él o ella.
- Utiliza playeras de manga larga, suéteres o pantalones abrigadores sin importar el clima.
- Lleva muchas pulseras o brazaletes, especialmente de tela.
- Permanece mucho tiempo solo, especialmente en el baño y en su habitación, y luego sale bastante ‘tapado’.
- Le gustan las navajas y otros objetos con filo.
- Encuentra rastros de sangre en su pijama o en sus sábanas.
Aliados del adolescente
Para evitar que los hijos sean víctimas del ‘cutting’, la psiquiatra María Gracia Madero sugiere:
- Relación sana: Es importante brindar confianza al adolescente para evitar conflictos entre padres e hijos, y así llevar una relación llevadera.
- Ambiente seguro: Proporcione una crianza libre de violencia en todo sentido.
- Deportes: Inculque actividades recreativas, a fin de que a través de estas descargue el estrés.
- Actividades de relajación: Puede recurrir también al yoga o la meditación que ayudan a tener una conciencia plena sobre su propio cuerpo y mente.
- La buena comunicación: A pesar de la dificultad de este tema (cutting), debe hablarlo con más libertad, para así poder prevenir su utilización.
Más vulnerables en pandemia
En América Latina y el Caribe, una encuesta reciente de U- Report de Unicef reveló que más de una cuarta parte de los jóvenes había sufrido casos de ansiedad, y un 15 % depresión desde que inició la pandemia.
Para la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, “el estar día tras día lejos de los amigos y de los seres queridos, y tal vez incluso atrapado en casa con un maltratador, el impacto es significativo. Muchos niños se sienten asustados, solos, ansiosos y preocupados por su futuro”, explica.
Asimismo, explican que los trastornos mentales suelen aparecer antes de los 15 años, y el 75 % al principio de la edad adulta y aseguran que en caso de no recibir terapia, las autolesiones son la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años, con tasas más altas entre las adolescentes.
Dismorfia por Zoom, un peligro silencioso
Leer másLos suicidios en Ecuador aumentaron entre enero y agosto de este año un 17 %, en relación con el año anterior, según reportes del Sistema Integrado de Seguridad ECU 911. Aunque las causas son diversas, las autolesiones se vuelven un factor de riesgo.
Recuerde
Para quienes no tienen los recursos económicos para tratarse particularmente, pero requieren de atención médica mental, pueden comunicarse al 171, la línea del Ministerio de Salud Pública de Ecuador.