Empresario
Empresario tomándose foto con mendigo.Shutterstock

La ayuda a la comunidad no es autopublicidad

Que el servicio a la comunidad no sea una herramienta de mercadeo propio. Expertos
analizan el contexto social frente a esta realidad.

Hace varios días, miles de usuarios en redes sociales criticaron a la celebrity y billonaria Kylie Jenner por sus constantes publicaciones en donde mostraba su lujosa vida mientras que el mundo estaba atento al incendio forestal en Australia. La presión fue tal, que como ‘salvavidas’ para mejorar su imagen mediática, inmediatamente hizo una donación de aproximadamente un millón de dólares y difundió su ‘obra social’ como bandera de orgullo. Este tipo de acciones no son solo frecuentes por parte de personajes públicos que deben cuidar su imagen, sino por personas comunes que al ayudar al prójimo bombardean sus perfiles de Facebook o Instagram con el fin de ser elogiados.

Vitrina virtual

Para la psicóloga clínica María de los Ángeles Núñez, esto sucede porque aunque ciertas personas no estén expuestas al ojo público, sí existe una necesidad constante de dar a conocer todas las actividades que se realizan a diario, para así lograr un alto nivel de aceptación, valoración y aprobación porque el ser humano siempre ha querido ser reconocido y querido por el resto. “Antes de que existan las redes sociales, las personas buscaban saber si eran aceptados o no a través de las conversaciones físicas. Ahora se hace este análisis dependiendo del número de likes y comentarios que recibe cada fotografía”. ¿Quiénes tienen más debilidad ante la sobreexposición? La experta recalca que este comportamiento es más común entre jóvenes y personas hasta los 40 años.

Imagen asilo (1)

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Al hablar de la difusión por la ayuda social, Núñez analiza que no todos lo hacen por solidaridad sino por vanidad. Por eso, antes de publicar ese tipo de contenidos en redes sociales, cada persona debe preguntarse: ¿lo hago porque estoy esperando ser aceptado por los demás o porque deseo incentivar a otras personas a que también ayuden al prójimo? ¿La solidaridad es algo que se debe publicar? ¿Cuál es mi motivación real? La respuesta está en cada uno.

Marketing para celebridades

Ser miembro de fundaciones, participar en grupos de apoyo o dar una gran donación ante un suceso grave son acciones que constantemente los personajes públicos como artistas, empresarios o políticos dan a conocer como ‘bandera de compromiso’ hacia la ciudadanía. Pero en realidad, ¿qué los motiva a participar en ello? Betty Silva, consultora de marca, experta en marketing personal y profesional, resalta que como la responsabilidad social es una de las principales estrategias de marketing para crear una imagen positiva ante el mundo, la mayoría de las personas que tienen ganancias económicas, dependiendo de su nivel de exposición, lo hacen.

“Es una buena táctica para quienes pasan por una crisis. Hay varios casos de artistas o políticos que han estado en la bancarrota o con una mala reputación y al ayudar en un tema mediático, retoman o potencian sus carreras. Es una manera de decir: aparte de ser famoso, tengo una obligatoriedad con la humanidad. Pero al final del día, casi siempre están esperando que tras una buena acción, haya más seguidores y contrataciones porque es una estrategia para conectarse emocionalmente con el público”, recalca.

Mas esto no significa que por regla general todos actúen con ese objetivo. Silva analiza que sí existen figuras públicas, de bajo perfil, que no exponen toda su ayuda porque tienen esa misión social incorporada en ellos y porque en algunos casos vivieron experiencias similares como las que viven a quienes apoyan.

En Ecuador, un ejemplo es Agustín Delgado, quien inmediatamente después de que despuntó su carrera como futbolista, creó una fundación de escuelas de fútbol para los niños del Valle del Chota (pueblo en que nació). Y en la palestra Internacional, Leonardo Di Caprio dirige desde 1998 una fundación que busca luchar ante la crisis mediática, la cual ha otorgado recaudar más de $ 100 millones en proyectos de todo el mundo.

Las personas no públicas muestran todo en redes sociales para llamar la atención o ser felicitados por su pequeño grupo social, muchas veces por egocentrismo”.Betty Silva, experta en marketing personal.

Cuando nace del corazón

Cléver Barzallo, presidente de la Pastoral Social ‘Caritas’ de la Arquidiócesis de Guayaquil, ha dedicado su vida al servicio de la comunidad. Él está en contra de la difusión de los trabajos sociales en redes sociales por vanidad mas no por solidaridad. Anima a las personas que lo hagan desinteresadamente porque “se necesita enseñar al mundo los ejemplos de buenas prácticas, para así ser luz ante todas las cosas negativas que se publican en redes y que no ayudan ni construyen”.

Y aunque asiente que la ayuda es más visible en ciertas épocas como Navidad o tras una catástrofe, acota que varias instituciones y la Iglesia católica trabajan todos los días en obras sociales y es ahí donde los voluntarios pueden aportar con su tiempo, conocimiento y amplia sonrisa. Tras más de 20 años de voluntariado, Barzallo comenta que los empresarios, estudiantes y ciudadanos que van a misa en sus parroquias son quienes comúnmente muestran más interés en la labor social.

Beneficios de servir

Al palpar la vulnerabilidad, necesidad y realidad de la sociedad, se aprenden los valores del servir y de lo que cada uno tiene y es. Se logra evidenciar cómo mucha gente de lo poco que tiene, lucha y sale adelante. Cuando uno ayuda no solo da al otro, también se hace mejor ser humano y es más consciente, solidario y maduro. 

Además, se vuelve vocero de las buenas acciones y puede ser el intermediario de alguien que necesite ayuda, pero no sabe a dónde ir. “La caridad es parte esencial del ser humano. No es solo un acto, nuestra vida es servir y ayudar 24/7. El valor más grande está cuando de lo mucho o poco que se tiene, se da con amor, corazón y generosidad a los que más necesitan”, recalca Barzallo.