Basura electrónica, ¿qué tan peligrosa es?
Los componentes tóxicos de estos desechos causan problemas de salud. En el país existen empresas que se encargan de gestionarlos.
¿Cuánto contamino? La pregunta no es tan fácil de responder pues muchas personas no se dan cuenta de todo lo que puede terminar dañando el ambiente.
Papeles, cartones y plásticos no son el único ‘enemigo’. Existe algo que puede resultar incluso más dañino y a veces olvidamos: la basura electrónica.
Cuando los audífonos dejan de funcionar o llega la hora de renovar celular, las viejas posesiones se convierten en desperdicios electrónicos, que si no reciben un tratamiento correcto, se vuelven un serio problema. A nivel mundial se generan aproximadamente 50 millones de toneladas de desechos electrónicos y electrodomésticos, según el informe presentado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2019.
Esta cantidad sobrepasa el peso —en conjunto— de todos los aviones comerciales que se han fabricado hasta la actualidad. Y según CNN, todos estos residuos alcanzarían para “llenar Manhattan (Nueva York) con varios monumentos como la Torre Eiffel”.
En Ecuador todavía no hay cifras generales en lo que respecta a basura electrónica —electrodomésticos, equipos, lámparas, pantallas, celulares y demás aparatos electrónicos que terminan como desecho—; sin embargo, el informe Global E-waste Monitor 2017 coloca a Ecuador entre los países que menos desechos de este tipo genera en la región (de 4 a 7 kilogramos de basura por habitante).
Lo que sí maneja el Ministerio de Ambiente son cifras en base a la recolección de equipos celulares, ya que según el Acuerdo Ministerial 191, se establece una meta de recuperación anual del 3 %. De 2013 a 2018 se lograron recuperar 941.315 equipos usados y 36.167 de los mismo fueron recolectados solo el año anterior.
Las autoridades proyectan que para 2019 se logre recuperar 60.741 equipos celulares en desuso.
Un problema con muchas víctimas
Para César Álvarez, coordinador del Grupo de Investigación Ambiental para el Desarrollo Sustentable (GIADES) de la Universidad Politécnica Salesiana, la afectación al ambiente se presenta debido a que la mayoría de productos desechados contiene componentes tóxicos como zinc, níquel, cromo, entre otros. Estos químicos generan afectación a la calidad de aire, agua, suelo y a la salud.
“Un ejemplo se da en los rellenos sanitarios tradicionales, los cuales no están preparados para recibir residuos electrónicos; sin embargo, la mayoría de veces las personas en sus casas envían baterías de celulares, televisores viejos, entre otros a la basura común, haciendo que las sustancias tóxicas presentes en los mismos lleven una potencial afectación a los recursos del ambiente de una manera silenciosa”, manifestó el experto.
Las primeras señales de esta contaminación se han reflejado en poblados como Guiyu (China), catalogado como la capital mundial de la basura electrónica, y varios países de África. En el primer sitio sus habitantes comienzaron a padecer “problemas digestivos, neurológicos y respiratorios a causa de los residuos electrónicos”, comentó Álvarez.
Mientras que un estudio de Enviromental Pollution, en 2017, mostró que la sangre de 245 personas de distintos países africanos presentaron químicos procedentes de residuos electrónicos.
El largo camino del reciclaje
A nivel local también existen empresas que se especializan en el manejo y procesamiento de estos residuos, entre ellas Intercia. Tannya González, gerente Administrativa, señala que la empresa lleva realizando esta actividad desde 2012. “No existe cultura. Nos cuesta pensar que un equipo electrónico ya no sirve y hay que reciclarlo”, indicó.
Entre los electrodomésticos que más reciben están las impresoras y copiadoras, y dependiendo del equipo el tiempo de reciclaje varía entre las 72 horas. A nivel nacional existen seis compañías calificadas para receptar equipos en desuso y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Cuatro están en Quito, una en Guayaquil y una en Francisco de Orellana. 3 de ellas pueden realizar desensamblaje de equipos y exportar elementos que pueden ser posteriormente utilizados como las tarjetas electrónicas.
El dato
Hasta la fecha, Ecuador maneja acuerdos para el posconsumo de equipos eléctricos y electrónicos en desuso (Acuerdo Ministerial 190 ), para la gestión de celulares usados ( Acuerdo Ministerial 191), y para la gestión de pilas usadas (Acuerdo Ministerial 022).