¿Por qué debería beber más agua? Descubra los beneficios para su salud

Es probable que haya comenzado el año con gran entusiasmo. Entre los propósitos más comunes están mejorar la salud, hacer más ejercicio y comer de manera más saludable. Si ya ha consultado a un nutricionista, es probable que le haya recomendado beber mucha agua. Aunque es evidente que la hidratación es esencial, muchas veces no racionalizamos adecuadamente este hábito, y, a pesar de saberlo, no lo convertimos en una práctica constante en nuestra vida diaria.

Todos los días perdemos agua a través de la respiración, la transpiración, la orina y las deposiciones, y es fundamental poder recuperarla. Aproximadamente el 20 % de nuestra ingesta de líquidos proviene de los alimentos, mientras que el resto proviene de las bebidas. Por ejemplo, muchas frutas y verduras, como la sandía y la espinaca, están compuestas casi en su totalidad por agua.

Karina Pazmiño, coordinadora de la Escuela de Nutrición de la UIDE, recomienda retomar los hábitos saludables tras las festividades incorporando agua acompañada de alguna planta depurativa, como la cola de caballo. Sin embargo, advierte que no se debe consumir en exceso ni de forma habitual. "Lo fundamental es beber agua que realmente hidrate nuestro cuerpo", enfatiza.

¿Cuánta agua hay que consumir?

Según las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los Estados Unidos, la cantidad recomendada de agua que debe consumirse diariamente es de 15.5 tazas (3.7 litros) para los hombres y 11.5 tazas (2.7 litros) para las mujeres. El agua es el principal componente químico del cuerpo, representando entre el 50 % y el 70 % del peso corporal, y es esencial para la supervivencia humana.

Por otro lado, el reconocido Frank Suárez, especialista en obesidad y metabolismo y autor de libros sobre nutrición como El poder del metabolismo, sugiere que la cantidad de agua que se debe ingerir diariamente puede calcularse dividiendo el peso corporal en kilogramos entre 7, o si se mide en libras, dividiendo entre 16. El resultado corresponde al número de vasos de 250 mililitros (8 onzas) que se recomienda beber cada día.

Pero tenga cuidado, beber demasiada agua en un corto período de tiempo puede llevar a una condición llamada intoxicación por agua o hiponatremia, que ocurre cuando los niveles de sodio en la sangre se diluyen peligrosamente. Esto puede causar problemas graves en el organismo y, en casos extremos, ser fatal, ya que los riñones tienen una capacidad limitada para procesar agua, aproximadamente 1 litro por hora.

Aprobado por la ciencia

Investigadores de la Universidad de California en San Francisco han demostrado, a través de un estudio sistemático, que beber "mucha" agua puede tratar diversas afecciones, como la obesidad, migrañas, cálculos renales, infecciones urinarias y presión arterial baja. El doctor Benjamin Breyer, autor principal del estudio y director del Departamento de Urología de la UCSF, explica que, aunque la investigación rigurosa era limitada, los beneficios de la hidratación fueron estadísticamente significativos en ciertas áreas. Según Breyer, este estudio es el primero en evaluar los beneficios del consumo de agua sobre los resultados clínicos en general.

El estudio, publicado en JAMA Network Open, el 25 de noviembre del 2024, analizó 18 ensayos controlados aleatorios y encontró que beber agua era particularmente útil para prevenir los cálculos renales y ayudar en la pérdida de peso. Por ejemplo, beber ocho vasos de agua al día reducía significativamente la probabilidad de formar nuevos cálculos renales, y consumir alrededor de seis vasos diarios ayudaba a los adultos a perder peso. 

Por ejemplo, beber ocho vasos de agua al día reducía significativamente la probabilidad de formar nuevos cálculos renales, y consumir alrededor de seis vasos diarios ayudaba a los adultos a perder peso. Sin embargo, un estudio con adolescentes reveló que beber más de ocho vasos de agua al día no tenía efectos significativos. Los investigadores sugieren que incentivar a las personas a beber agua antes de las comidas podría ser una intervención sencilla y barata con enormes beneficios en la lucha contra la obesidad.

Además, otros estudios indicaron que el agua puede prevenir las migrañas, controlar la diabetes, la presión arterial baja y las infecciones urinarias. En particular, beber unos cuatro vasos más de agua al día ayudó a pacientes diabéticos con niveles elevados de glucosa, mientras que seis vasos adicionales beneficiaron a mujeres con infecciones urinarias recurrentes. 

Breyer destaca que la deshidratación es perjudicial, especialmente para quienes tienen antecedentes de cálculos renales o infecciones urinarias, y subraya que, aunque la deshidratación debe evitarse, algunas personas con micciones frecuentes pueden beneficiarse de beber menos agua. "No hay un enfoque único para el consumo de agua", concluye Breyer.

Tenga en cuanta estas recomendaciones:

• Aumenta la sensación de saciedad: Beber agua antes de las comidas puede ayudarle a sentirse lleno más rápidamente, lo que puede reducir la cantidad de alimentos que consume. Esto ocurre porque el agua ocupa espacio en el estómago y puede moderar el apetito.
• Estimula el metabolismo: El agua puede acelerar temporalmente el metabolismo, un efecto conocido como termogénesis inducida por el agua. Beber agua fría, en particular, obliga al cuerpo a gastar energía para calentarlo hasta la temperatura corporal, lo que incrementa el gasto calórico.
• Sustituya bebidas calóricas: El agua es una alternativa sin calorías a refrescos, jugos azucarados y otras bebidas calóricas, lo que reduce el consumo total de calorías.
• Favorece la eliminación de toxinas: Mantenerse hidratado ayuda a los riñones y al hígado a funcionar eficientemente, facilitando la eliminación de toxinas y subproductos metabólicos relacionados con la quema de grasa.
• Evita la retención de líquidos: Contrario a lo que podría pensarse, beber suficiente agua ayuda a reducir la retención de líquidos, ya que el cuerpo no siente la necesidad de "almacenarla" en exceso.
• Apoya el rendimiento físico: El agua mejora la hidratación y, con ello, el rendimiento en el ejercicio. Esto le permite mantener rutinas más intensas y quemar más calorías.
• Reduce la confusión entre hambre y sed: A menudo, las personas confunden la sed con hambre. Beber agua puede ayudar a diferenciar si realmente necesita comer o simplemente hidratarse.

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