Beneficios ocultos de los lácteos para la salud de adultos mayores
Descubre cómo los lácteos mejoran la digestión, salud mental y previenen enfermedades en personas de la tercera edad
Los productos lácteos brindan beneficios sorprendentes que trascienden su contenido de calcio, siendo especialmente valiosos para los adultos mayores. Desempeñan un papel esencial en la digestión, la salud mental y otros aspectos clave del bienestar de estas personas.
Un estudio de la Asociación Mexicana de Gastroenterología subraya la importancia de incluir leche en la dieta diaria de los adultos mayores, ya que no solo favorece la salud ósea, sino que también contribuye a la prevención de diversas enfermedades.
"La leche, el queso y el yogur cuentan con componentes claves que ofrecen una protección integral frente a los desafíos del envejecimiento; desde fortalecer los huesos hasta mejorar el microbiota y el sueño, los lácteos son verdaderos aliados en la búsqueda de una vida larga y saludable”, comenta Ana Altamirano, nutricionista de Vita Alimentos.
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La experta detalla algunos de estos beneficios ocultos, respaldados por estudios científicos:
Salud cardiovascular
Los lácteos, sobre todo aquellos ricos en ácidos grasos como el omega-3 que se encuentra en la leche, ayudan a disminuir los niveles de triglicéridos y mejoran la circulación, protegiendo así el corazón y reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión y los infartos.
Digestión saludable
Los probióticos presentes en el yogur y otros productos fermentados ayudan a equilibrar la flora intestinal, favoreciendo una digestión adecuada. Esto es fundamental para prevenir problemas digestivos comunes en la tercera edad, como el estreñimiento, y para optimizar la absorción de nutrientes. Se recomienda optar por lácteos bajos en grasa o deslactosados, si es necesario.
Prevención de la anemia
La leche es una excelente fuente de hierro, esencial para combatir la anemia, una afección común en los adultos mayores. Este mineral es crucial para la producción de glóbulos rojos y el transporte de oxígeno en el cuerpo, lo que ayuda a mantener niveles de energía óptimos y prevenir la fatiga.
Mejora del sueño y salud mental
Además de sus beneficios físicos, los lácteos son importantes para mejorar el sueño y la salud mental. La leche contiene triptófano, un aminoácido que promueve la producción de serotonina y melatonina, hormonas que regulan el sueño y el estado de ánimo. Así, incluir lácteos en la dieta diaria puede aliviar síntomas de depresión y ansiedad, comunes entre los mayores.
Protección contra la hipertensión
Ana Altamirano
El potasio en los lácteos ayuda a contrarrestar los efectos del sodio, regulando la presión arterial y reduciendo el riesgo de hipertensión. Un estudio del American Journal of Clinical Nutrition respalda esta afirmación, mostrando que una dieta rica en potasio puede mejorar los niveles de presión arterial en personas mayores.
Fortalecimiento óseo y mantenimiento muscular
El calcio y la vitamina D en los lácteos son vitales para mantener huesos fuertes y prevenir enfermedades como la osteoporosis. Estos nutrientes aumentan la densidad ósea y reducen el riesgo de fracturas, un aspecto crucial en la tercera edad.
Además, los lácteos son ricos en proteínas de alto valor biológico, necesarias para evitar la pérdida de masa muscular, fundamental para conservar la fuerza, la movilidad y la independencia en esta etapa de la vida.
Consejos para incluir lácteos en la alimentación diaria de adultos mayores
Para aprovechar al máximo los beneficios de los lácteos, es fundamental integrarlos adecuadamente en la dieta diaria. Aquí algunos consejos prácticos:
Consumo regular: Asegúrate de incluir de 2 a 3 porciones de lácteos al día. Opta por leche descremada o semidescremada, yogur bajo en grasa y quesos frescos. Esto garantiza un aporte adecuado de calcio y proteínas para mantener la salud ósea y muscular.
Productos enriquecidos: Elige productos enriquecidos con vitaminas A, D y hierro para un mayor aporte nutricional. Estas vitaminas fortalecen tanto los huesos como el sistema inmunológico.
Diversidad en la dieta: Integra lácteos en diferentes preparaciones, como batidos, sopas cremosas o como acompañamientos en ensaladas. Variar las formas de consumo facilita la absorción de nutrientes y añade creatividad a la alimentación diaria.
Opciones deslactosadas: Si tienes intolerancia a la lactosa, opta por productos deslactosados o fermentados, como el yogur, que ofrecen los mismos beneficios sin causar malestar digestivo.
El consumo regular de lácteos no solo satisface las necesidades nutricionales de los adultos mayores, sino que también son un aliado esencial para una vida activa y saludable en la tercera edad. Incluirlos de manera equilibrada en la dieta diaria es un paso sencillo pero efectivo para mejorar la calidad de vida y disfrutar de un envejecimiento saludable.
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