Bill Gates, nacido para triunfar
Con 67 años y una fortuna que supera los 100.000 millones de dólares, está a punto de publicar un libro y en espera de la vacuna contra COVID-19.
Cuando se piensa en un pionero destacado de la revolución digital, enseguida viene a la memoria el nombre de Bill Gates, el magnate y gran filántropo, cofundador de Microsoft a la increíble edad de 19 años, y no menos sorprendente a los 31, convertido en uno de los millonarios más jóvenes del mundo, sitial en el que se ha mantenido a través de los años.
En la actualidad, según la revista Forbes, ocupa el segundo lugar entre los hombres más ricos del mundo, con una fortuna que excede los $ 100.000 millones, superado solo por Jeff Bezzos (dueño de Amazon).
El dinero en su vida es su gran aliado para obtener lo que quiere: casas, autos, mansiones y hasta jet privado, gastos que son pequeños comparados a los miles de millones que destina a obras de caridad a través de la Fundación Bill y Melinda Gates. Ha donado alrededor de 36 mil millones de dólares a diversas causas benéficas relacionadas con la educación, la pobreza y, principalmente, con las investigaciones médicas. Está a la espera de que se ultimen los estudios de una de las vacunas que financia contra el COVID 19 .
Es tal su fama de filántropo que, en varias declaraciones a los medios, ha dicho que si bien no dejará desamparada a su familia, planea regalar la mayor parte de su fortuna.
¿Su mayor tesoro? Su familia. Está casado hace 26 años con Belinda Gates, con quien ha procreado 3 hijos.
Está bien celebrar el éxito, pero es más importante prestar atención a las lecciones del fracaso.
Su padre, su inspiración
Los dos últimos meses su nombre ha sido noticias por varios hechos. Reveló a los medios la presentación de su nuevo libro, que se publicará en febrero del 2021 ‘How to avoid a climate disaster: The solutions we have and the breakthroughs we need’ (Cómo evitar un desastre climático: las soluciones que tenemos y los avances que necesitamos), y el fallecimiento de su padre el abogado estadounidense Bill H. Gates, a los 94 años, tras sufrir la enfermedad de Alzheimer, justo semanas antes de que su hijo cumpla 65.
“La sabiduría, generosidad, compasión y humildad de mi padre tuvieron un gran impacto en la gente de todo el mundo. Lo extrañaré todos los días”. Con estas sentidas palabras, el multimillonario Bill Gates despidió a su padre, quien dirigía la Fundación de ayuda social Bill y Melinda.
Y es que ese hombre a quien amaba y respetaba, junto a su madre Mary Gates, influyó para que el fundador de Microsoft desde la infancia desarrollara una cualidad que le permitiría llegar hasta donde hoy está: la curiosidad.
En la casa de Seattle donde creció con sus hermanas, Kristi y Libby, les inculcaban el amor por la lectura. “Como otros niños, no solo jugábamos con nuestros juguetes sino que los modificábamos”.
Bill siempre fue muy curioso acerca de cómo el mundo funcionaba, “tenía sus propias opiniones e ideas acerca de los negocios, la vida misma, relaciones internacionales y lo que el futuro pudiese deparar”, dijo Gates padre sobre su hijo en declaraciones a la ABC.
En ese entonces jamás se le pasó por la mente que aquel niño de infinita imaginación, y que al crecer se volviera un joven polémico y conflictivo, un día se convertiría en su jefe, declaró a Forbes en una entrevista en 2003.
Y es que Gates padre por varios años trabajó en la gestión de la Fundación Bill y Melinda Gates, creada para combatir la pobreza, y mejorar la educación y salud. A la fecha este organismo ha donado más de 50 mil millones de dólares para las citadas iniciativas.
Tener los padres que tuvo Bill Gates fue una bendición porque a pesar de su rebeldía y las acaloradas discusiones, terminaban respetando sus decisiones, lo cual le dio seguridad y confianza.
Su esposa e hijos
En 1987 conoce a Melinda French, gerente de productos de Microsoft, de 23 años, con quien entabla una relación de amistad, la cual creció a medida que descubrieron una conexión íntima e intelectual. El 1 de enero de 1994 se casaron en Hawái. En 1996 nació su primera hija, Jennifer Katharine (24). Luego vendrían Rory John (21) y Phoebe Adele (18).
Este es un momento fantástico para entrar en el mundo de los negocios, porque los negocios van a cambiar más en los próximos 10 años que en los últimos 50.
Algunas de sus posesiones
- La actual mansión que habita con su familia, Xanadu 2.0, avaluada en más de 125 millones de dólares, está ubicada en Medina, Washington. Tiene 6.000 m 2 con tecnología de punta, casa de invitados de 1.000 m 2, 24 baños, piscina climatizada con música bajo el agua, gimnasio, sauna, comedor para 200 personas, playa privada.
- En plena pandemia compró otra casa en San Diego, California, por 43 millones de dólares, tiene 1.000 m2, cuenta con una casa principal, dos casas de invitados, pista de tenis, jacuzzi, spa y un invernadero. Todo ello con vistas al océano. Además, calefacción por suelo radiante, seguridad automatizada y un sistema de entrada sin llave, diseñado por ingenieros oceanográficos del Instituto Scripp.
- Es un apasionado de los autos. Tiene 23 garajes para sus automóviles, entre los cuales sobresale un Porsche 959, su favorito.
- Propietario de un avión privado, Bombardier BD-700 Global Express, que cuesta cerca de 40 millones de dólares y tiene capacidad para 19 personas.
- El arte también lo cautiva. Como el cuadro de Winslow Homer que compró por 36 millones de dólares en 1988. Y la biblioteca de 200 m 2 que contiene un manuscrito de Leonardo da Vinci del siglo XVI que Gates adquirió en 1994 mediante subasta por 30 millones de dólares.
Las reglas para sus hijos
- Como papá, ha dicho su esposa, es amoroso y exigente, dispuesto a dedicarles tiempo para estudiar, salir juntos de viaje. Pero también es un padre que enseña valores y reglas, para que sean buenos hijos y ciudadanos.
- Aunque hay personal de limpieza en casa, es obligatorio que tengan ordenada y limpia su habitación, escritorio y armario.
- Para que valoren el trabajo y sepan que nada es fácil, no ganarán 5 mil dólares mensuales después de haber salido del colegio y ni serán vicepresidentes con auto de la empresa hasta haber terminado su carrera profesional. Como herencia ‘solo’ recibirán 10 millones de dólares cada uno; el resto de la fortuna será donada a fundaciones altruistas.